La noche de ayer más de uno se quedó sorprendido con la noticia de que Brett Favre iniciaria el encuentro por los Vikings. Ok, todos nos sorprendimos. Esto era una nueva vuelta a la eterna historia de Favre y su perseverancia.
El problema es que esta nueva página fue breve, y parece ser que la última.
En el segundo cuarto Corey Wootton capturó a Favre y durante la caída el veterano QB chocó de manera estrepitosa contra el terreno congelado del TCF Bank Stadium de la Universidad de Minnesota. Aunque en un principio no se sabía si la lesión era en el hombro o en otra parte, la verdad es que viendo la escena era evidente que Favre había sufrido una conmoción cerebral.
Sobra decir que Favre no regresó a jugar. Y tal vez nunca lo haga.
Creo que la única lesió que Favre no tenía en el año era precisamente esa, una conmoción. Todo lo demás está en esencia lastimado. Así que resulta lógico pensar que los Vikings vayan a usar a Joe Webb o Patrick Ramsey para las últimas dos semanas de temporada. Y también resulta lógico creer que (ahora sí) hemos visto lo último de Brett Favre.
Durante el 2010 Favre ha dicho que este será su último año en la NFL, y aunque tenemos razones de sobra para dudar, parece que el cúmulo de lesiones que ha ido obteniendo durante la temporada va a ser el detonante.
De cualquier forma, la historia de Brett Favre se contará por años con todo lo que tuvo: una era icónica en Green Bay, un paso muy controvertido a los Jets y dos años llenos de drama en Minnesota, donde tuvo de todo: del éxito en postemporada hasta una campaña final para el olvido que se le terminó a golpes.
Porque a pesar de que los últimos años fueron muy controvertidos y llenos de cuestiones negativas, la realidad es que Brett Favre es uno de los grandes jugadores en la historia de la NFL.
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