Cuando Mitchell Trubisky llegó a los Bears como la segunda selección global del Draft recibió un contrato por 29 millones de dólares con un bono por firmar de 19.25 millones. Ahora que llegó a Buffalo los términos económicos han cambiado dramáticamente.
Según fuentes que conocen la situación, el contrato que Trubisky firmó con los Bills es de un año y 2.5 millones de dólares. El bono por firmar es de medio millón y su salario base es de 2 millones, de los cuales 1.5 son garantizados.
Eso sí, Trubisky puede ganar más. El acuerdo incluye incentivos por tiempo de juego, rating, porcentaje de pases completos, touchdowns y tiempo de juego en postemporada. Es altamente probable que no logre ninguno de esos incentivos porque va como suplente de Josh Allen, pero una lesión del QB titular de Buffalo podría darle una oportunidad.
No se sabe cuánto le ofrecieron otros equipos, si le ofrecieron algo. Se reportaba que los 49ers estaban interesados, pero al final no pasó nada. Lo que queda claro es que hubo un mercado muy escaso por Trubisky, así que tomó la opción que estuvo frente a él.
Además, después de lo vivido en Chicago era poco probable que alguien le ofreciera algo distinto. Tendrán que venir muchas cosas muy favorables para que este QB logre generar el interés que provocó hace cuatro años cuando estaba llegando al Draft.
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