Una de las noticias más interesantes del fin de semana es que los Bills tienen un acuerdo inicial para firmar a Richie Incognito, que se hizo famoso por ser responsable del caso de bullying que se vivió en Miami hace un par de años. Y es llamativo porque Incognito será el nuevo caso de una "segunda oportunidad" en la NFL.
Incognito, que no jugó en el 2014 tras la suspensión de 8 partidos que le impusieron los Dolphins en el 2013 por el caso de bullying sobre Jonathan Martin, tendrá que probar que puede regresar a la liga sin los problemas que tuvo en el pasado. Y, ojo, será muy complicado que pase de ser percibida su presencia en Buffalo.
De acuerdo con el reporte de Ted Wells, el investigador que la NFL contrató para el caso, Incognito sometió a Martin a varios tipos de abuso verbal, que iban de amenazas ("Te voy a matar") a términos raciales y descripciones gráficas sobre la hermana de Martin.
Pero eso no es todo. Incognito, según el informe de Ted Wells, también insultaba a otro jugador por la percepción de que era gay y además ridiculizaba a un asistente del equipo por ser asiático, haciendo comentarios racistas. También está la historia de cómo agredió a una voluntaria de un campo de golf "tocando sus partes privadas con un palo de golf y vaciándole una botella de agua en la cara". La voluntaria recibió 30,000 dólares en un acuerdo en la corte, y el jugador fue multado con otros 50,000 dólares por el equipo por esta situación.
La decisión de firmar a Incognito ya fue criticada por Joe Banner, ex-ejecutivo de Eagles y Browns. Y además hay quienes han preguntado cuál es la opinión de Kim Pegula, esposa del nuevo dueño del equipo. Pegula es asiatico-americana, por lo que los insultos raciales de Incognito contra el asistente en Miami podrían ser un tema delicado, y el hecho de que el jugador haya agredido a una mujer en el pasado no podría ser muy llamativo para la esposa de Terry Pegula, ya que ella será en parte dueña del equipo.
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