Johnny Manziel ha tenido momentos memorables como jugador de Texas A&M. El Chick-fil-A del 2013 es tal vez el más memorable de todos.
Manziel lanzó cuatro pases de anotación y Toney Hurd Jr. regresó una intercepción 55 yardas para darle la vuelta al partido en lo que fue una increíble victoria de los Aggies sobre Duke en lo que fue el partido de más puntos en la historia del tazón.
Tras irse abajo 38-17 en la primera mitad, Manziel trajo a los Aggies de atrás para ganar el encuentro 52-48. Y lo hizo completando 30 de 38 pases para 382 yardas y añadiendo 73 yardas y 1 TD por tierra. El pick-six de Hurd le dio la ventaja por primera vez a los Aggies (9-4), faltando 3:33 en el encuentro.
Duke (10-4) dejó ir un juego que seguramente dolerá por años. Los Blue Devils entraron al último cuarto ganando 41-31 pero no pudieron mantener la ventaja. Anthony Boone, QB de Duke, lanzó para 427 yardas y 3 TDs, pero la intercepción de Hurd echó por tierra la ventaja de su equipo. Y en la siguiente serie Boone volvió a ser interceptado, ahora por Nate Askew.
Los Blue Devils no han ganado un tazón desde 1961, cuando vencieron a Arkansas 7-6 en el Cotton Bowl.
Y tras una actuación espectacular, la atención ahora gira hace el futuro de Manziel, que podría irse a la NFL. Considerado una selección de primera ronda segura, Manziel no ha decidido su futuro todavía, o al menos no ha querido hablar de eso.
"No puedo hablar de otra cosa que no sea este juego. Esto fue irreal... todavía no decido." declaró Manziel después del partido. Y cuando se le preguntó si este juego es el final perfecto para su carrera con los Aggies, declaró "No lo se. Es un sentimiento irreal. La forma en que estos chicos pelearon, fue irreal. Estoy orgulloso de ellos."
Todo apunta a que este es el final de la carrera colegial de Manziel. Y de ser cierto definitivamente es un final que todos van a recordar por años.
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