Para muchos programas es bueno jugar tazones en tres años consecutivos. Para Vanderbilt es algo completamente inusual, considerando que habían jugado en 4 tazones en sus primeros 120 años de historia. Ahora el reto es ganar 2 tazones seguidos, y para eso deben vencer a Houston en el BBVA Compass Bowl. Y lo deben hacer sin su QB titular.
Los Commodores (8-4) jugarán sin Austyn Carta-Samuels, que se rompió el ligamento anterior cruzado en la victoria sobre Georgia en octubre. Carta-Samuels regresó para jugar los últimos 3 partidos de la temporada, pero se sometió a cirugía al finalizar la campaña para tener posibilidad de entrenar para el draft.
Carta-Samuels terminó la temporada con 2,268 yardas, 11 TDs y 9 intercepciones. Su lugar será ocupado por Patton Robinette, que fue el titular en los dos partidos que perdió Carta-Samuels. En esos encuentros completó 21 de 40 pases para 273 yardas con 1 TD y 2 intercepciones.
El blanco principal de Carta-Samuels debe ser Jordan Matthews, líder en la historia de la SEC en recepciones y yardas. Este año Matthews terminó cuarto en el FBS con 107 recepciones para 1,334 yardas. Hoy se despide de Vanderbilt y seguramente buscará cerrar con una buena actuación.
Para vencer a Houston los Commodores necesitarán mucho más que un buen día de Matthews. De hecho necesitan un excelente trabajo de su defensiva.
Los Cougars (8-4) promedian 33.9 puntos por partido, en gran parte por la buena actuación de John O'Korn, que lanzó para 2,889 yardas, 26 TDs y apenas 8 intercepciones en el año. Deontay Greenberry tuvo 76 recepciones para 1,106 yardas y 10 TDs.
Estos dos programas nunca se han enfrentado. Para Vanderbilt el ganar hoy les daria su primer temporada de 9 victorias desde 1915, y es la primera ocasión desde 1927 y 1928 que consiguen dos años al hilo con al menos 8 victorias. Houston tiene marca de 1-1 contra rivales de la SEC en tazones.
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