La verdad, el comité organizador del Alamo Bowl debe estar muy contento con el partido que les tocó. Por un lado tienen a uno de los programas más populares de los últimos años y del otro está una de las grandes potencias del FBS en lo que será el último partido de su legendario coach.
Mack Brown dirigirá por última ocasión a Texas (8-4), y lo hará ante un rival de alto calibre en Oregon (10-2), por lo que será una despedida interesante a pesar de que no ha tenido mucho éxito en años recientes.
Brown dirá adiós a un programa que ha dirigido por 16 años, y donde tuvo mucho éxito en una buena parte de su carrera. Entre 2001 y 2009 los Longhorns promediaron 11 victoria, tuvieron dos títulos del Big 12, ganaron el campeonato nacional con una temporada invicta en 2005 y llegaron a una segunda final en el 2009.
Lamentablemente para Brown, después de perder con Alabama en el juego por el campeonato del 2009, los Longhorns tienen marca de 30-20, incluyendo la única temporada perdedora de Brown, terminando con 5-7 en el 2010.
Texas comenzó el año rankeado en el lugar 15, pero perdieron dos de los primeros tres partidos del año. Al final lograron llegar al juego contra Baylor con la posibilidad de llevarse el título del Big 12 y un boleto al BCS, pero perdieron 30-1 con los Bears para terminar jugando a finales de diciembre y no a principios de enero.
Brown, que es segundo en la historia de Texas con 158 victorias, decidió renunciar a pesar de tener contrato hasta el 2020. A partir de la próxima temporada será consultor de Bill Powers, presidente de la universidad.
Para este último partido los Longhorns tienen un rival muy complicado. Oregon sigue siendo un equipo muy explosivo, generando 573.0 yardas totales y 46.8 puntos por partido para ser segundos y terceros en la NCAA, respectivamente.
La defensiva de Texas tiene al jugador defensivo del año en el Big 12 en Jackson Jeffcoat (12 sacks, 21 tackleadas para pérdida de yardas), pero han permitido 30 puntos en seis partidos, aceptando 40 o más en 3 ocasiones. Esos problemas llevaron a Mack Brown a hacer un cambio de coordinador defensivo, pasando de Manny Diaz a Greg Robinson. Las cosas no mejoraron tanto como esperaban, ya que los Longhorns recibieron 68 puntos en los últimos dos partidos del año (ante Oklahoma State y Baylor).
Marcus Mariota dirige el ataque de Oregon y es bastante efectivo en ese aspecto, completando el 63.1 por ciento de sus pases para 3,412 yardas con 30 TDs por apenas 4 intercepciones. Mariota ha lanzado al menos un pase de anotación en sus 25 partidos como colegial e impuso la marca de yardas totales de la universidad al sumar 3,994 en el 2013.
Mariota ya anunció que regresará con los Ducks para el 2014, por lo que este juego será solamente para incrementar su marca y esperar tener un año mejor en la próxima temporada, donde podría competir una vez más por el Heisman.
Cuando Oregon esté a la defensiva será para ver el último partido de Nick Aliotti como coordinador defensivo. Aliotti ha sido parte de la universidad por 24 años, los últimos 17 como coordinador. Y él no tendrá que enfrentar a un QB como Mariota, afortunadamente para él.
Case McCoy, que estará jugando su último partido con Texas, completó apenas el 57.4 por ciento de sus pases con 11 TDs y 11 intercepciones. McCoy se volvió el titular de los Longhorns cuando David Ash comenzó a presentar problemas con una conmoción cerebral.
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