Kansas State cambió su destino cuando contrataron a Bill Snyder en 1989. Ahora, tras 11 años sin lograr un triunfo en tazones, los Wildcats por fin consiguieron ese triunfo. Y aunque Snyder trató de evitarlo, recibió su baño de gatorade.
"Lo vi, pero estoy muy viejo para quitarme" declaró Snyder del baño que le dio Ryan Mueller.
Sin importar su edad, Snyder logró dirigir a los Wildcats (8-5) a una victoria de 31-14 en el Buffalo Wild Wings Bowl sobre Michigan, y lo hicieron con una buena demostración en ambos lados del ovoide.
Jake Waters lanzó para 271 yardas y 3 anotaciones, todas para el WR Tyler Lockett, que impuso marca de la universidad con 10 recepciones para 116 yardas. Sus 3 TDs por recepción son marca de la universidad para tazón.
Michigan (7-6) nunca tuvo una respuesta para la combinación Waters-Lockett, que anotaron en las 3 primeras series del partido. Y su ofensiva no pudo generar mucho para contestar, ya que fueron limitados a 261 yardas totales en el encuentro, 82 de las cuales vinieron en una serie anotadora sobre el final del partido, cuando el resultado estaba decidido.
Shane Morris, que jugó en lugar del lesionado Devin Gardner, tuvo algo de éxito llevando a los Wolverines a series anotadoras al inicio del partido, pero fueron goles de campo. Morris terminó el encuentro con 24 de 38 pases para 196 yardas con una intercepción. La ofensiva terrestre no colaboró mucho para Michigan, sumando apenas 65 yardas.
La defensiva de los Wolverines, por su lado, permitió 420 yardas totales de Kansas State para llevarse una nueva derrota en tazones, la segunda al hilo bajo el mando de Brady Hoke.
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