Finalmente, llegó el día. Tanto le prometí al administrador de este blog que iba a tener una entrevista, por decirlo de una manera, estelar. Y acá la tengo. El personaje en cuestión es el periodista argentino Gustavo Fillol Day, el encargado del Diario de Voces de ESPN.
Primero, voy a aclarar algo: Yo pensaba que él iba a seguir el convencional formato de pregunta-respuesta. No obstante, él me sorprendió positivamente, ya que, en lugar de hacer lo clásico, decidió juntar todo en un solo texto (eso me lo aclaró cuando conversé con él). Y éste quedó con una coherencia envidiable. No fue que del blanco pasó al negro abruptamente, sinó que pasó por varios grises hasta llegar al color de la casaca de los Raiders (?).
Y antes de ir al grano, aprovecho para agradecerle por el tiempo que se tomó para hacer este "monólogo", y también por charlar conmigo.
Ahora sí, que comience el show, en el cual se tocará el tema de los comienzos de GFD como periodista, del Diario, de la huelga, del draft, entre otras cosas.
Descubrí el football gracias al esquí. Con mi hermano esquiábamos desde muy chicos, y, aunque éramos de Buenos Aires y no podíamos competir contra los de Bariloche, llegamos a tener nivel suficiente como para participar en algunos eventos internacionales. Pasábamos un par de meses corriendo carreras en los Estados Unidos, en enero y febrero, cuando en todos lados se hablaba de los playoffs de la NFL. Era imposible abstraerse de ese tema. Prendías la TV, y se hablaba de eso. Subías con algún esquiador local en un medio de elevación, y te preguntaba quién te gustaba para el partido del domingo.
En esa época, en la Argentina ni siquiera existía la televisión por cable. Sólo cuatro canales de aire. Así que nunca en mi vida había visto un partido de football, salvo algunas escenas en algunas películas.
El primer partido que vi fue en un bar, en un centro de esquí. A partir de ese momento, me escapaba los sábados y domingos de los entrenamientos de esquí, para ir a ver los playoffs de NFL. Fue absolutamente amor a primera vista.
De regreso en Buenos Aires, iba los martes a la calle Florida, durante la temporada regular, porque ese día llegaban los diarios del lunes de los Estados Unidos. Era la única forma de enterarme de los resultados del domingo.
Así que durante varios años sólo veía por TV los playoffs en los Estados Unidos, y seguía la temporada regular por el diario en la Argentina. Después llegó la TV por cable a Sudamérica, con ESPN y todo eso. Creo que no me he perdido un solo partido desde entonces. Cuando terminé el colegio se me acabó el esquí, porque básicamente se me acabó el patrocinio de mis padres.
Estudié periodismo, y los primeros trabajos que conseguí fueron en revistas de negocios y economía. Fui ascendiendo en el rubro, y llegué a tener mi propia revista, en asociación con una editorial. Años después se vendió esa editorial, con mi revista adentro, y aproveché la movida para abandonar esa actividad. A pesar de que estaba haciendo una buena carrera, si era sincero conmigo mismo tenía que admitir que la economía y los negocios no era lo que me apasionaba. Lo que me apasionaba eran los deportes. En especial uno: el fútbol americano.
Nunca se me había ocurrido hacer una carrera en periodismo de football, porque eso era impensable en la Argentina. Absolutamente impensable. Pero luego de la venta de la revista, un amigo me comentó que estaba involucrado en el nacimiento del sitio web de ESPN en español. "Genial. ¿Y quién está a cargo de la sección de fútbol americano?", le pregunté. "Nadie", me contestó. "Somos muy pocos todavía, y no hay un editor para cada deporte".
Ofrecí entonces darle una mano en fútbol americano. Me acuerdo perfecto su respuesta: "Vos fuiste el primero que me dio un trabajo en periodismo", me dijo (yo ya ni me acordaba de eso), "así que, si querés ayudarnos, podés elegir el deporte que quieras". Yo no podía creer lo que estaba escuchando. "Grandioso", le dije, "entonces elijo fútbol americano".
Estaba recién casado. Volví a casa y le dije a mi mujer: "No lo vas a poder creer, voy a hacer periodismo de fútbol americano". Ella conocía mi pasión. Durante nuestros años de noviazgo, ella había descubierto que los domingos y los lunes eran sagrados. Había descubierto que no podíamos irnos de vacaciones en enero a un lugar sin TV por cable. Desde entonces puedo decir que he tenido el trabajo soñado.
Este año cumplo 10 años de casado, con tres hijos, y 10 años en ESPNdeportes.com, escribiendo y comentando fútbol americano. Puedo decir que fue la mejor década de mi vida, sin duda.
El "Diario de Voces" surgió cuando ESPNdeportes.com incorporó blogs. En ese momento, me pareció que los primeros blogs del sitio eran en realidad columnas, llamadas blogs. Es decir, había cambiado el nombre, había cambiado tal vez un poco el formato. Pero el contenido seguía siendo el mismo de las columnas.
Pensé que si yo iba a hacer un blog, tenía que ser diferente de mis columnas. Entonces decidí que, para empezar, iba a ser de periodicidad diaria. Eso era novedoso. Ningún columnista de ESPNdeportes.com hacía algo diario en ese momento.
A muchos les pareció extraño que el primer producto diario del sitio fuera de football, un deporte que generaba menos información y menos tráfico que otros, como el béisbol, el básquet, el tenis, y ni hablar el fútbol (soccer). Es imposible competir con el soccer en Latinoamérica. Acapara todo. Arrasa con todo. Se lleva todo el tráfico, todo el interés, todas las miradas. Igual lancé el Diario en el 2008, contra el escepticismo de la mayoría.
Un año después me llegó un informe del cuartel general de ESPN en Bristol, Connecticut. De los más de 90 blogs que tenía el sitio en ese momento, el "Diario de Voces" estaba entre los tres más leídos. Un blog de NFL, más leído que casi todos, incluidos los de soccer. Eso era especial.
Lo segundo especial fue el nacimiento de la Nación Wilson, en abril del 2009. Una comunidad, nacida de un blog. Eso también fue algo que nadie esperaba, y mucho menos yo. Creo que hay mucho espacio para crecer en periodismo de football.
Me parece que los medios sólo miran el soccer, y entonces se crea el clásico círculo: la gente consume soccer, por lo tanto los medios sólo muestran soccer, y por lo tanto la gente sigue consumiendo soccer. Es un círculo casi imposible de quebrar. Para los grandes medios, que son empresas y tienen salarios que pagar y estructuras que mantener, es muy difícil arriesgarse a algo distinto.
Tal vez sea por eso que las pocas cruzadas a favor de otros deportes no son iniciativa de los grandes medios, sino arremetidas individuales. Álvaro Martín es un ejemplo de alguien que emprendió hace muchos años esa cruzada individual.
En los Estados Unidos es todo lo contrario. La NFL es el equivalente a lo que sería el soccer en Latinoamérica. Hay muchos periodistas estadounidenses de NFL que admiro. Si tengo que nombrar uno, elijo a Chris Berman. No por el fondo, sino por la forma. Se me ocurren muchos que son mejores que él en términos de fondo; pero, en términos de forma, Berman es un crack.
En Latinoamérica hay buenos periodistas jóvenes de NFL, y creo que no falta mucho para que reconozcamos a toda una nueva generación de periodistas de NFL, quienes de a poco van a ir ganando espacio en los medios. Eso le hará mucho bien a la difusión de este deporte en la región.
También ayudaría mucho que se resolviera un viejo problema: la preferencia por ciertos equipos. Los medios y los periodistas latinoamericanos, en general, actúan como si en la NFL sólo existieran dos o tres equipos. Y entonces se genera otra vez ese círculo del que ya hablamos. El público quiere cobertura de dos o tres equipos, entonces los medios brindan cobertura de esos dos o tres equipos, y entonces el público sigue enganchado con esos dos o tres equipos.
Alguien tiene que cortar la cadena, y obviamente quien debe hacerlo es el periodismo. No podemos pedirle al público que de la noche a la mañana se interese por algo que casi no conoce. Debemos darle a conocer otros equipos, y así, poco a poco, la gente se irá "enamorando" de otros equipos, que no son los dos o tres de siempre.
No tengo nada en contra de esos dos o tres equipos. Es sólo que me parece que se está desperdiciando aquello que justamente es la principal fortaleza de la NFL: la paridad, la pluralidad.
¿Por qué la NFL es tanto mejor, para mí, que la liga española de soccer, por ejemplo?Sin entrar en la discusión de cuál deporte es más entretenido, para mí la NFL es mejor porque cualquiera puede ganar. Porque cada año gana un equipo distinto.En España, en cambio, si no sos hincha del Barsa (FC Barcelona) o del Real (Madrid), podés pasarte la vida entera sin festejar un campeonato.
En la NFL, los 32 equipos tienen esperanzas. Esa es la belleza de esta liga, y la estamos afeando al hablar siempre de los mismos dos o tres equipos, como si fueran el Barsa y el Real, o Boca y River (Nota. También podríamos agregar al América y a las Chivas de Guadalajara, aunque equipos como los Rayados de Monterrey o los Tuzos del Pachuca están ganando títulos a más no poder).
En la NFL no hay dos equipos que si no ganan hoy, ganarán mañana. En esta liga, cualquier equipo puede ganar, y cualquier equipo puede estar años sin ganar. Eso es lo que hace extraordinaria a esta liga.
No la vulgaricemos, al reducirla a dos o tres equipos. No le pongamos un defecto que no tiene. No inventemos un problema que no existe. Ya bastantes problemas tiene la liga en este momento, con el conflicto laboral.
La crisis laboral una situación muy peculiar, y me hace acordar al Titanic. Sé que no parece una comparación muy optimista, si uno piensa cómo terminó ese barco, pero no es a eso a lo que me refiero. No creo que la NFL vaya a hundirse.
A lo que me refiero con el Titanic es a otra cosa. Lo que hacía especial al Titanic, lo que lo destacaba por sobre los demás medios de transporte del universo, era su tamaño. Su tamaño sideral. Esa era su principal cualidad, su característica sobresaliente, lo que había hecho famoso y aclamado a ese barco. Y ese tamaño, a la vez, fue su perdición. Ese tamaño fue la razón por la que chocó contra el témpano. Cuando el capitán vio que se dirigían hacia un iceberg, había tiempo suficiente para cambiar el curso con cualquier barco... excepto con el Titanic. El Titanic era demasiado grande, y era imposible frenarlo o desviarlo a tiempo para evitar el choque. Al final, su máxima fortaleza fue su mayor debilidad.
En el caso de la NFL, en mi opinión, la razón por la que ha llegado a ser la liga más exitosa del mundo, es porque estuvo siempre manejada por empresarios, hombres con visión de negocios.
¿Qué busca el hombre de negocios? Ganar dinero. ¿Qué hará el hombre de negocios? Lo necesario para ganar dinero.
Los empresarios de la NFL sabían que la base del dinero en su negocio era la popularidad, y fueron muy inteligentes al pensar en el largo plazo, y no el corto. En el corto plazo, la mejor forma de lograr rápida popularidad es tomar a un equipo de un mercado grande, y crear un gran campeón, que se imponga inapelablemente sobre sus rivales de mercados chicos.
A diferencia de otros países, donde ese modelo de uno o dos equipos hegemónicos ha probado ser capaz de extenderse en el tiempo, en los Estados Unidos funciona sólo brevemente, pero luego se cae a pedazos. Recuerden lo que pasó con el Cosmos.
Los empresarios de la NFL entendieron que la clave, a largo plazo, era la paridad. Entonces implementaron el orden del draft --inverso a los resultados de la campaña anterior--, la agencia libre, el tope salarial y el piso salarial. Todas medidas tendientes a asegurar la paridad.
Fue una genialidad, pero no lo hicieron porque sean gente altruista que adora la igualdad. Lo hicieron por una razón absolutamente egoísta: ganar dinero. Lo hicieron porque, a largo plazo, era la mejor forma de ganar dinero. Y el tiempo les dio la razón.
No hay liga con mayor paridad que la NFL --lo demuestran las sorpresas de cada domingo y lo difícil que es pronosticar resultados--, y tampoco hay liga en la que los dueños ganen tanto dinero.
¿Qué tiene que ver esto con el Titanic? Bueno, al igual que el Titanic, la fortaleza de la NFL se convirtió de pronto en su debilidad. No me refiero a la paridad, sino al hecho de ser manejada por hombres de negocios. Esa mentalidad egoísta del hombre de negocios, enfocada sólo en acumular dinero, en obtener la mayor ganancia posible en cada acto de su vida, que fue la mentalidad que llevó a la NFL a ser lo que es, ahora tiene a la liga parada. No estoy diciendo que toda la culpa sea de los dueños en el conflicto laboral. De hecho, si a los jugadores no les gustan las condiciones de la NFL, ¿por qué no se van a jugar a la UFL?
Si la NFL fuera un monopolio, no existiría otra liga, ni hubieran existido otras ligas en el pasado. El draft no es monopólico. En el draft, los equipos de la NFL se reparten los derechos de los jugadores, pero no los obligan a jugar en esa liga. El jugador es libre de firmar con otra liga, si lo desea. Pero nadie desea hacerlo, porque ninguna otra liga de fútbol americano ha construido una estructura que les brinde tanto dinero y beneficios a los jugadores.
Volviendo a los dueños y al Titanic: ese instinto de empresario, de buscar ganar hasta el último centavo en cada operación, es lo que tiene a los propietarios en este embrollo. Si por un momento pudieran salirse de esa mentalidad y dejar de pensar en ganar hasta el último centavo, la temporada del 2011 no estaría en peligro. Pero pedirle eso a los dueños, es como haberle pedido al Titanic que de pronto se achicara. Que de pronto dejara de ser una mole gigante, y se transformara en un botecito fácil de maniobrar.
De todas maneras, no creo que se pierda la temporada. Pero no será gracias a que los dueños cambiarán su forma de ser, sino porque al final ganarán la batalla. Cada día que pasa, es un día en que la posición de los jugadores se debilita, y la filas de los jugadores se dividen.
Los dueños están en una situación demasiado favorable, frente a los jugadores. Son 32 millonarios, que seguirán siendo millonarios aunque haya o no haya temporada. Los jugadores, en cambio, si no juegan, no reciben dinero. Algunos jugadores son millonarios y lo seguirán siendo. Pero hay cientos que no lo son, y las líneas se van a empezar a dividir, tarde o temprano. Algunos pensarán en irse a la UFL, y entonces verán cuánto les ofrece la UFL, y dirán: "Oigan, esto es mucho menos que lo que nos ofrece la NFL en la propuesta de convenio que estamos rechazando. ¿Por qué no firmamos y ya?".
Los que probablemente sí se irán a la UFL, serán algunos de los novatos no reclutados en el draft. Si el conflicto laboral sigue sin resolverse, los equipos de la NFL no podrán hacer lo que hacen inmediatamente después de la última selección del draft: ponerse a firmar agentes libres no reclutados. La UFL saldrá entonces a buscarlos agresivamente, y es probable que muchos firmen con esa liga. Pero no todos. Algunos agentes les dirán a sus clientes que esperen a que la NFL resuelva su conflicto, aunque será una decisión difícil. Será interesante ver qué sucede con eso.
Mientras tanto, nos espera un draft muy atípico, porque los equipos llegan con muchos más huecos e incertidumbres que en otros años. Nadie sabe con certeza si podrá retener o no a sus agentes libres, ni si podrá reforzar posiciones con agentes libres de otros equipos. Así que será un draft frenético.
Otra particularidad de este draft, para mí, es que no presenta a alguien verdaderamente digno de ser el Nº 1 global. Recuerdo drafts en los que había tres, cuatro, incluso cinco jugadores que parecían merecer el Nº 1 global. Este año, en cambio, ningún jugador merece tal honor. Al menos en mi opinión.
Seguramente saldrá de este draft algún súper estelar, que demuestre qué sí era digno de la primera selección, pero en este momento no lo veo. No se me ocurre quién podría ser. Cam Newton, tal vez. Pero a mí me genera más dudas que certezas. Parece haber ya un consenso general acerca de que los Panthers reclutarán al mariscal de Auburn en el Nº 1 global. A mí me sorprendería que no hubiera una sorpresa ahí.
Como suele suceder en la NFL, la sorpresa sería que no hubiera sorpresa, y que los Panthers efectivamente seleccionaran a Newton. A mí no me parece que Carolina sea el hogar ideal para Newton. Un buen lugar para él sería Arizona. Creo que se sentiría cómodo allí. Pero es difícil que caiga hasta el Nº 5, donde eligen los Cardinals.
No recuerdo un draft al que tantos equipos hayan llegado con la necesidad tan evidente de un mariscal. Lo cual son malas noticias para esos equipos, porque no hay suficientes mariscales de alto nivel en este draft, como para satisfacer esa demanda. Es un draft muy complicado de pronosticar, y será muy divertido de ver.
Eso es algo que debemos reconocerle a Roger Goodell. El comisionado entendió que el draft es el gran evento de temporada baja, y se aseguró de darle la difusión que merece, al extenderlo a lo largo de varios días, y asegurarle horario central en la TV. En general, sin embargo, pienso que Goodell no ha estado a la altura de sus antecesores.
Los dueños lo designaron pensando específicamente en este momento: el momento en que terminara el convenio colectivo. Los dueños consideraron que Paul Tagliabue había sido muy blando en la negociación del convenio anterior, y entonces buscaron como su sucesor a un abogado inflexible, que se mantuviera firme ante la presión del sindicato.
El problema es que, más allá de su desempeño en la negociación del convenio anterior, Tagliabue hizo muchas cosas buenas para la liga, con una filosofía orientada siempre a la expansión y el crecimiento. Goodell, en cambio, no vino a seguir pensando en expandirse y crecer. Vino con la única misión de no dejarse pisotear por los jugadores. Ha estado en guerra con ellos desde el día uno, y en este momento está librando la madre de todas las batallas, que es la negociación de un nuevo convenio. En el camino desarmó la NFL Europa, y olvidó cualquier actividad fuera del territorio de los Estados Unidos o su madre patria, Inglaterra.
¿Saben lo que hace actualmente la NFL, cuando le resulta imposible ignorar el interés que despierta su producto en mercados foráneos? ¿Saben lo que hace? Envía cheerleaders. Eso es lo que hace, y no es un chiste. Parece un chiste, pero no lo es.
Prácticamente lo único que hace la NFL, como actividad de promoción en nuevos mercados --los cuales nacen exclusivamente por generación espontánea, no por impulso de la liga--, es enviar porristas. Frente al incremento de televidentes de NFL en China, por ejemplo, la liga respondió mandando a las Charger Girls. En una agresiva acción promocional, la liga hizo que las chicas visitaran Beijing, Shanghai y otras tres ciudades, y cantaran la canción de lucha de los Chargers en la Gran Muralla.
Después de escucharlo en Dallas, en su conferencia previa al Super Bowl, expresé parte de lo que pienso acerca de todo esto, en una "Carta Abierta" a Goodell. ¿Saben qué respuesta obtuve? Ninguna. ¿Saben lo que hicieron en la liga frente a mi carta?Nada. Y lo peor de todo fue que ni siquiera me mandaron cheerleaders.
Bitacoras.com: NFL Futbol Americano
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