Existe mucha emoción en Washington por el hecho de tener a Rober Griffin III como QB. El problema es que, técnicamente, RGIII todavía no es el QB de los Redskins. La razón: no ha firmado su contrato.
Griffin ha dicho que espera tener algo listo para mañana, pero la realidad es que el tema del dinero garantizado sigue siendo un problema. Los Redskins en esencia quieren la cláusula que les permita reducir el dinero a pagar de forma garantizada si RGIII es dado de baja antes de que concluya el contrato, un tema que es la constante entre los conjuntos que seleccionaron al inicio del draft.
Esto se ha vuelto más complicado desde que Luke Kuechly, seleccionado por los Panthers en el noveno puesto, logró llegar a un acuerdo que garantiza los cuatro años sin restricciones. Kuechly es representado por la misma empresa que RGIII, así que es lógico pensar que podría lograr el mismo acuerdo, pero los Redskins no quieren ceder.
Que, pensándolo con un poco de calma, es bastante ridículo. Los Redskins en esencia empeñaron todo su futuro en RGIII cuando dieron 3 selecciones de primera round y 1 de segunda ronda a los Rams. Si ya usaste 4 selecciones tan altas en un jugador es un hecho que piensas tenerlo cerca por 4 años cuando menos.
Y vamos, si le garantizas el dinero de los 4 años y lo das de baja después de 2 porque no funciona, de todos modos ya perdiste mucho. Pagarle el resto de su contrato será mínimo contra lo que pasará en la franquicia si el experimento no funciona.
Así que habrá que esperar. Pero parece que en este caso en particular lo ideal sería que los Redskins cedieran en este punto. Ultimadamente lo más importante ahora debe ser preparar a RGIII para la temporada, no pensar cuánto tiempo va a quedars en la capital de Estados Unidos.
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