Algunas de las cualidades de los QBs deben ser ajustarse a las circunstancias y saber leer las jugadas. Drew Brees acaba de demostrar eso en los últimos días.
Después de toda la controversia que se generó por sus declaraciones sobre que él "no podría apoyar a alguien que le falta al respeto a la bandera", Brees se disculpó y prometió cambiar su postura sobre el tema. Y Donald Trump le dio la oportunidad de demostrar que no estaba hablando en vano.
Trump dijo que Brees tenía razón al criticar a los que se arrodillaban durante el himno y que había hecho mal al disculparse por su declaración. Y cuando Trump pidió que la NFL prohíba que los jugadores le falten el respeto a la bandera, Brees fue rápido para responder.
Brees publicó un tweet donde mencionaba a Trump y que incluía un link a un post de Instagram.
"A través de conversaciones con amigos, compañeros de equipo y líderes de la comunidad negra, he entendido que esto no es un asunto que tenga que ver con la bandera. Nunca lo ha sido. No podemos seguir usando la bandera para distraer a las personas de los verdaderos problemas que enfrenta la comunidad negra. Lo hicimos en 2017 y, lamentablemente, yo lo volví a hacer con mis comentarios esta semana. Debemos dejar de hablar de la bandera y enfocar nuestra atención a los verdaderos problemas de injusticia racial sistematizada, opresión económica, brutalidad policíaca y reformas judicial y penitenciarias. ¡Estamos en una conjuntura crítica en la historia de nuestra nación! Si no es ahora, ¿cuando? Como comunidad blanca necesitamos escuchar y aprender del dolor y sufrimiento de las comunidades negras. Debemos reconocer los problemas, identificar las soluciones y luego ponernos en acción. La comunidad negra no lo puede hacer sola. Esto requiere de todos nosotros." escribió Brees.
Lo más interesante de todo es que, al intentar preservar la plática de la "falta de respeto a la bandera", Trump le dio una oportunidad maravillosa a Drew Brees: lo puso a elegir bandos con todos los reflectores encima. Y Brees, inteligentemente, aprendió de sus errores pasados y respondió tal y cómo lo había prometido: demostrando que había entendido el error de su declaración previa y generando un discurso que se acerca a lo que sus compañeros de equipo esperaban de él.
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