A un año de que Ezekiel Elliott fuera acusado de violencia doméstica la NFL está por concluir la investigación que hicieron del indicente.
La NFL ya hizo saber que están por completar el proceso de investigación, y ya compartieron sus hallazgos con la NFL Players Association. La NFLPA también ya emitió una "respuesta final" destinada a responder "cualquier pregunta pendiente" sobre la duda de si Elliott violó la política de conducta personal de la liga.
Hasta este momento no es claro si la NFL va a suspender a Elliott o le van a aplicar algún tipo de disciplina. Y es que aunque Elliott nunca fue arrestado y los cargos fueron retirados, la liga no necesita de esas cuestiones para imponer disciplina. El punto es sencillo: si la NFL cree que el jugador violó la política de conducta lo van a castigar. No importa qué haya pasado o si hubo consecuencias legales.
Un punto importante en estos momentos es el tema de la percepción pública. Muchos se preguntarán por qué Elliott no es castigado (si la liga decide no hacerlo) si Ray Rice fue suspendido por un incidente de la misma índole (violencia doméstica). Otros podrán alegar que no hay motivos suficientes para aplicar un castigo, y habrá quienes encuentren la sanción demasiado elevada (sea cuál sea la sanción).
El punto, entonces, es encontrar el balance adecuado para minimizar las repercusiones negativas del caso. Una suspensión breve (uno o dos partidos) podría ser la solución, pero seguramente Jerry Jones dejará saber su descontento.
Así que ahora que la liga está por concluir su investigación viene el reto para Roger Goodell: encontrar el punto adecuado para aplicar la disciplina que tanto le gusta aplicar.
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