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viernes, 3 de enero de 2014

Discover Orange Bowl 2014 (previa)


Ohio State se quedó sumamente cerca de jugar el BCS National Championship Bowl, así que es de esperar que lleguen algo decepcionados al Orange Bowl. Ellos insisten que no, y que ahora están enfocados en detener a Tajh Boyd y la poderosa ofensiva de Clemson.


Ese es el duelo que tenemos para este Orange Bowl, los Buckeyes (12-1) enfrentando a los Tigers (10-2) en un partido donde los dos QBs prometen una buena producción ofensiva.

Ohio State se fue invicto todo el año, pero la derrota en la final del Big Ten ante Michigan State terminó sus aspiraciones de jugar en el tazón por el campeonato nacional. Clemson tuvo una sensación similar, ya que después de ganar sus primeros 6 partidos y estar rankeados en el tercer puesto perdieron con Florida State 51-14, quedando fuera de consideración.

Los Tigers tuvieron otro juego complicado ante South Carolina, con quien perdieron 31-17 en el final de la temporada, pero esos son los pocos partidos donde su ofensiva no se ha visto totalmente dominante.

Clemson promedia 45.1 puntos y 534.6 yardas en sus 10 triunfos, en gran parte por la producción de Boyd y su receptor Sammy Watkins. Boyd lanzó para 3,473 yardas y 29 TDs, anotando otras nueve veces por acarreo. Boyd ya tiene 102 TDs por pase en su carrera, lo que lo ubica como el número 15 en la historia del football colegial.

Watkins es el líder de la ACC con 1,237 yardas y 10 TDs en 85 recepciones, lo que le valió ser nombrado al segundo equipo All-America. Martavis Bryant tuvo 39 recepciones para 800 yardas y 5 TDs, siendo uno de los mejores de la nación con su promedio de 20.5 yardas por atrapada.

El tratar de contener a Boyd y compañía en el juego aéreo usualmente abre espacios para Roderick McDowell, que tiene 510 yardas y 5 TDs en los últimos cinco encuentros de los Tigers.

Ese arsenal puede ser mucho para la defensiva de Ohio State, que permitió que sus rivales completaran el 63.7% de sus pases para un promedio de 340.8 yardas y 11 TDs en los últimos cuatro partidos. Connor Cook, QB de Michigan State, tuvo 304 yardas y 3 TDs contra los Buckeyes en la final del Big Ten, esto después de promediar 176.6 yardas por encuentro.

Y si Clemson tiene poder a la ofensiva, Ohio State es capaz de responder. Los Buckeyes son cuartos del FBS con 46.3 puntos por encuentro y séptimos con 518.5 yardas. Y la mayor parte del daño lo provocan Braxton Miller y el RB Carlos Hyde, que ayudaron a que la ofensiva terrestre de Ohio State promediara 317.5 yardas, la tercer mejor marca de la nación.

Miller, el jugador ofensivo del año en el Big Ten, promedió 155.8 yardas por encuentro (9.4 yardas por acarreo) y tuvo 8 TDs en los últimos cuatro partidos del año. Además de eso lanzó 22 pases de TD en el año para ser el líder de la conferencia. Es posible que Miller esté en su último encuentro con los Buckeyes, y de ser así querrá despedirse con un partido que haga olvidar su actuación de la final del Big Ten (8 de 21 para 101 yardas).

Carlos Hyde terminó segundo en el Big Ten con 14 TDs terrestres, esto a pesar de haberse perdido los primeros tres encuentros del año por una suspensión. Hyde tuvo 965 yardas en sus últimos seis encuentros. Hyde y Miller van a representar un reto para los Tigers, que aceptaron 169.5 yardas terrestres en sus últimos cuatro encuentros.

Estos dos programas solamente se han enfrentado una vez, en el Gator Bowl de 1978 con victoria para Clemson. Para los Buckeyes este será su segundo Orange Bowl, con la aparición anterior viniendo en 1977 ante Colorado. Clemson estará en su quinta aparición en este partido, aunque su más reciente visita fue una pesadilla, perdiendo 70-33 con West Virginia.

Los Buckeyes no tendrán en el partido a Noah Spence, que fue suspendido 3 partidos por violar una regla del Big Ten que no fue especificada. Spence fue el líder de Ohio State con 8 sacks y segundo con 14.5 tackleadas para pérdida de yardas.

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