Los Washington Redskins habían anunciado que iban por un WR en la agencia libre. Y como no se pudieron decidir entre varios candidatos decidieron que lo mejor era contratarlos a todos.
El primero en firmar fue Pierre Garcon, que llegó a un acuerdo de 5 años y 42.5 millones de dólares, de los cuales 21.5 son garantizados. Y la verdad es que la contratación genera algunas dudas: de entrada de la impresión de que los Redskins lo firmaron para ser el receptor estelar, y de momento Garcon ha sido más un receptor #2 en su carrera, jugando siempre detrás de Reggie Wayne. La pregunta es que tanto podrá cumplir ahora que tendrá el rol estelar en la ofensiva de pase.
Luego llegó Eddie Royal. El ex-receptor de los Broncos firmó con Washington y se reune con su primer coach en la NFL, Mike Shanahan. La verdad Royal llega con poco ruido a los Redskins (apenas tuvo 155 yardas en 19 recepciones en el 2011), pero Shanahan sabe que en el sistema adecuado puede producir. En su temporada de novato (con Shanahan como coach y Jay Cutler como QB) tuvo 91 recepciones para 980 yardas y 5 TDs. Y como la idea es ponerlo de receptor #2 entonces le debe ir bien.
Y también hay que contrar a Josh Morgan, ex-49ers que también firmó con los Redskins hoy. Morgan llegó a un acuerdo de dos años por 12 millones de dólares (7.5 garantizados) para regresar al equipo que vió cuando era niño (Morgan creció en la zona de Washington D.C.). Y como los Redskins ya tienen un montón de receptores, es un hecho que será parte de una rotación.
Al final todo esto quiere decir que el equipo parece listo para decirle adiós a Santana Moss, su mejor receptor en los últimos años. La situación es obvia: con el recorte que les impusieron al tope salarial el equipo necesita eliminar contratos elevados y reemplazarlos con algunos que distribuyan el dinero a futuro. Y parece que eso fue lo que hicieron.
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