El BCS National Championship Bowl 2012 es el juego más esperado de la temporada de tazones. ¿Será el más espectacular? La respuesta es no. A menos que les gusten los juegos altamente defensivos.
LSU (13-0) y Alabama (11-1) son dos equipos de alto calibre con mucha historia entre ellos, por lo que todo hace suponer que no será un juego de ofensivas. El más reciente encuentro entre ellos así lo demostró.
Los Tigers se mantuvieron invictos al vencer al Crimson Tide 9-6 en tiempo extra a principios de noviembre en lo que fue el único partido cerrado para LSU.
Ahora que la SEC tiene asegurado un sexto campeón nacional consecutivo, la realidad es que el partido será muy cerrado y probablemente otro duelo de pocos puntos.
Los Tigers promedian 38.5 puntos por encuentro, pero su versátil ofensiva no pudo hacer nada contra la poderosa defensiva de Alabama que los contuvo en 6 puntos durante el tiempo regular.
Eso fue lo que eventualmente provocó que el Crimson Tide se ganará un boleto a la final nacional por encima de Oklahoma State (11-1), el campeón del Big 12.
Los Tigers ganaron todos sus partidos (sin contar el de Alabama) por un marcador total de 491-131. Eso no sirvió contra la mejor defensiva de la NCAA, que permite solamente 191.3 yardas por encuentro.
Así que para este encuentro LSU espera que su dupla de QBs, Jordan Jefferson y Jarrett Lee, puedan mover el ovoide de manera más eficiente, sobre todo porque ambos ayudaron a que los Tigers promediaran 215.2 yardas por tierra, el lugar 17 de la NCAA.
En total LSU cuenta con cinco corredores que tienen al menos 248 yardas en el año, encabezados por Michael Ford (755) y Spencer Ware (700). Así que el reto para el Tide es detener este ataque terrestre.
Cuando el Crimson Tide esté a la ofensiva su trabajo será mover el balón sin entregas, en especial jugando contra dos CBs All-American, Tyrann Mathieu y Morris Claiborne.
Aunque Morris Claiborne es un tremendo esquinero (sumó 6 intercepciones), la realidad es que Mathieu generó más comentarios porque además de ser un sólido defensivo (tuvo 2 intercepciones y forzando 6 fumbles) tuvo un rol muy importante como regresador de patadas, promediando 16.2 yardas por regreso.
Alabama entonces espera que Trent Richardson sea el motor de la ofensiva. Richardson tuvo 1,583 yardas y 20 TDs en el año, además de sumar 327 yardas y 3 TDs por recepción.
Y si LSU tiene dos excelentes defensivos en su secundaria, Alabama cuenta con su dupla de defensivos destacados. Courtney Upshaw tuvo 8.5 sacks y 17 tackleadas para pérdida de yardas mientras que Dont'a Hightower acumuló 81 tackleadas (9.5 para pérdida) y 3 sacks. Los dos jugadores son All-American.
Si Alabama no puede mover el balón por tierra entonces tendrá que esperar un buen juego del QB A.J. McCarron, que fue capturado dos veces y sufrió una intercepción en el partido contra LSU.
Así que en resumidas cuentas, este juego tiene todo para ser un duelo de defensivas impresionante. Esperar 30 puntos entre los dos equipos suena a mucho.
La serie histórica es larga, con el primer partido entre estos dos programas viniendo en 1895. En total Alabama lleva ventaja de 45-25-5, y los cinco partidos más recientes se han decidido por menos de nueve puntos.
El pronóstico de Formación Escopeta: LSU 13-10 Alabama
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