El Poinsettia Bowl no es un destino extraño para TCU, pero ciertamente no es donde ellos querian jugar en el 2011, y menos después de que en enero de este año estaban participando en el Rose Bowl.
Pero bueno, este año tienen que vivir con lo que tienen. Louisiana Tech no es Wisconsin pero es un rival de cuidado. De hecho Louisiana Tech quiere ganar esta noche para dejar su racha de triunfos consecutivos a ocho.
El año fue extraño para TCU. Los Horned Frogs comenzaron perdiendo con Baylor por 50-33 y luego cayeron ante SMU, haciendo que esta universidad perdiera cualquier esperanza de entrar a los tazones grandes. Pero de repente empezaron a ganar, y ganaron siete al hilo, incluido el juego ante Boise State que les dió el título del Mountain West.
Eso volvió a meter a los Horned Frogs en el Top 25 y en la conversación de los tazones del BCS. El problema fue que no lograron cumplir todos los requisitos: sí terminaron como campeones de su conferencia y acabaron mejor rankeados que un campepón de conferencia BCS (West Virginia del Big East), pero no lograron estar dentro de los 16 primeros lugares del BCS. De hecho terminaron en el lugar 18.
"No hay nadie a quien culpar más que a TCU porque tuvimos dos derrotas," dijo Gary Patterson, coach de TCU. "Si tuvieramos una sola derrota, tal vez no estariamos en esta situación. Ahora tenemos que ganar este juego ante Louisiana Tech. Ellos son un buen equipo y estarán emocionados ya que ha pasado buen tiempo desde que llegan a un tazón."
Y es cierto. Los Bulldogs (8-4) apenas están apareciendo en el sexto tazón de su historia y el primero desde 2008. Además de eso esta racha de 7 victorias que llevan es la mejor desde 1999, cuando ganaron ocho.
La clave ha sido que los Bulldogs promedian 30.6 puntos y 397.5 yardas por encuentro, esto gracias a las buenas actuaciones de su QB Colby Cameron, que tomó la titularidad hace cinco semanas en lugar del lesionado Nick Isham. Con Cameron como titular los promedios de Louisiana Tech se suben a 34.8 puntos y 445.6 yardas.
Cameron lanzó para 1,403 yardas y 11 TDs por solo 2 intercepciones en la temporada, y espera seguir igual en este partido, esto a pesar de estar enfrentando a una de las mejores defensivas de la NCAA.
Los Horned Frogs aceptan 346.3 yardas y 21.3 puntos por partido, que si bien son inferiores a lo hecho el año pasado no son malos números. Y los Bulldogs tendrán que cuidarse de Tank Carder, el defensivo del año en el MWC por dos años seguidos. Carder tuvo 66 tackleadas y 2 intercepciones (ambas devueltas para TD) en la temporada.
Ofensivamente TCU cuenta con el QB Casey Pachall, que ha hecho un buen trabajo reemplazando a Andy Dalton. Además de eso TCU promedia 201.2 yardas terrestres por encuentro. Establecer la ofensiva terrestre será importante para los Frogs, sobre todo ante una defensiva que acepta 122.2 yardas por esta vía.
La defensiva de Louisiana Tech es dirigida por el jugador defensivo del año en la WAC, Adrien Cole. Cole tuvo 121 tackleadas (12 para pérdida de yardas) y 8.5 sacks. Evitar que llegue a Pachall será clave para TCU.
Otro aspecto a vigilar para ambos equipos son las intercepciones. Louisiana Tech es tercero en la nación con 20 intercepciones mientras que Pachall solamente tuvo 6 en el año.
Y no podemos olvidar los duelos en equipos especiales. Los Bulldogs cuentan con Ryan Allen, el punter ganador del premio Ray Guy, pero él tendrá que cuidarse de Greg McCoy, que es cuarto en la NCAA con 31.6 yardas por regreso.
Históricamente este será el primer duelo entre estas dos universidades. Para Lousiana Tech este será su debut en el Poinsettia Bowl, mientras que para TCU es su tercera aparición. Los Horned Frogs están invictos en este juego.
El pronóstico de Formación Escopeta: TCU 31-17 Louisiana Tech
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