Seguramente han estado leyendo que distintos ex-jugadores están demandando a la NFL por el tema de las conmociones cerebrales. Pues bien, aquí les va una pequeña reseña de lo que está pasando.
Resulta que durante las últimas semanas han estado surgiendo demandas contra la liga, la más reciente originada en Miami. Esta demanda se suma a una que se puso en Atlanta y firmada por elementos entre los que destacan Jamal Lewis y Dorsey Levens (foto).
La demanda en Miami viene firmada por elementos como Leon Searcy, Patrick Surtain, Oronde Gadsden, Lamar Thomas y Troy Drayton. Y la esencia de estas dos demandas (y las que surgieron antes) es la misma: la NFL sabía de los riesgos relacionados con las conmociones cerebrales y los ignoró de forma deliberada.
Los demandantes dicen que la liga no hizo lo suficiente para proteger a los jugadores, así que el proceso legal se enfocará en determinar exactamente qué tanto sabía la liga sobre los riesgos de las conmociones cerebrales y qué medidas tomaron para proteger a los jugadores.
El punto importante será determinar a partir de cuando la NFL supo de los riesgos y cuándo comenzó a cuidar a sus jugadores, ya que todos los elementos que hayan sufrido de conmociones en ese periodo de tiempo entre una cosa y la otra podrán demandar a la NFL.
Junto a las dos demandas más recientes (Atlanta y Miami) existen otras dos, una puesta en Philadelphia y otra en California. Ex-jugadores como Jim McMahon, Mike Furrey, Mark Duper y Rodney Hampton ya se han sumado a estas demandas.
Y ahora viene lo más importante.
La NFL tiene que demostrar que tomó medidas para prevenir las conmociones cerebrales desde el mismo instante en que se enteró de los riesgos de las mismas. De no ser así habrá un problema enorme que les costará mucho, mucho dinero.
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