Hay que ser sinceros: la llegada de Kevin Kolb a los Cardinals hizo que más de uno brincara en ese vagón y apuntara a Arizona como el candidato a ganar la división oeste (su servidor, mucho más visionario, eligió a los Rams). Que ahora estén 1-5 hace que más de uno se pregunté si Kolb es efectivamente la solución o hay que considerar mandarlo a la banca. Así de rápido.
Ken Whisenhunt no está listo para brincar en esa idea tan pronto.
El coach de los Cardinals dijo que él y su staff van a analizar los videos del equipo para tratar de determinar cuáles son los errores que se cometen durante los partidos y quiénes los cometen. Pero para nada dijo que vaya a sentar a Kevin Kolb.
Cuando los reporteros le preguntaron ayer si tenía pensado cambiar de QB, su respuesta fue simple: "Yo no dije eso". Y seamos sinceros, tiene razón. De momento no hay motivo para cambiar a Kolb.
De entrada los Cardinals no tienen un novato de alta selección esperando en la banca o un veterano probado. Y si consideramos lo que le están pagando a Kolb, es mucho más complicado pensar que hagan algo en esa posición.
Además, si analizamos los juegos de los Cardinals, tienen miles de problemas adicionales.Pero ojo, Kevin Kolb tampoco ha sido un punto brillante en el equipo.
Encima de la pésima protección que le dan y de el hecho de que su grupo de receptores se ha venido cayendo con las salidas de Anquan Boldin y Steve Breaston, Kolb ha estado errático en más de un partido y es obvio que la gente esté empezando a preocuparse. Digo, los Eagles se los vendieron como si Kolb fuera uno de los QBs de la elite de la liga. Y hasta el momento no ha pasado eso.
A pesar de eso pensar en mandar a Kolb a la banca es apresurado. Es necesario que los Cardinals mejoren muchas cosas en su ofensiva para analizar si efectivamente toda la culpa es de Kolb o si solamente está siendo víctima de una mala situación.
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