
Lo que mal empieza, mal acaba.
De nuevo venia otra semana muy pesada. Aunque pasaría rápido. El miércoles íbamos a jugar los 20 minutos que faltaron del juego pasado contra el CEM y el sábado teníamos que enfrentarlos en el partido de la segunda vuelta. El único problema es que ya no somos el mismo equipo que empezó la temporada. Pasamos de ser un equipo con talento que cometía muchos errores a ser un equipo sin ganas, sin corazón, que juega sin espíritu… Que comete el doble de errores.
Empezó la semana y después de solo un entrenamiento intenso, como sabrán no es común entrenar con demasiada intensidad un día antes del partido, fuimos hasta el CEM. Todos sabíamos que seria difícil ya que necesitábamos 3 anotaciones para poderle dar una vuelta al juego (todo esto en menos de 1 cuarto y la mita de otro).
La cosa era fácil, ellos empezaban con 2 y 12 en nuestra yarda 40, aproximadamente, si lográbamos parar teníamos la esperanza, aunque mínima, de poder emparejar el juego. Teníamos fe, pero el CEM quería aprovechar algunas deficiencias en nuestro perímetro así que quiso sorprendernos. Fue un pase rápido, el receptor rompió una tackleada y logro anotar. En la primera jugada! Salimos decepcionados.
La defensa del CEM logro limitar, sin mucho problema a nuestra ofensa y lograron quedar con una buena posición en el terreno de juego. El CEM quería seguir aprovechando esas debilidades y su momentum así que intentaron otro pase, esta vez mas largo. Fue un “play-action” que termino en anotación, otra vez. Dos jugadas, dos anotaciones. Ahí había terminado el partido, eso estaba claro. Aproximadamente 30 puntos de diferencia. Era desesperante. Poco después llegaron dos anotaciones de ellos por una anotación y una patada nuestra. Nos anotaron mas de 60 puntos. Salimos cabizbajos, sabiendo que teníamos que regresar y dar la cara el sábado.
El jueves y el viernes se fueron muy rápido, parecía que habíamos regresado al CEM cuanto antes. Pero esta vez estábamos desde ceros, teníamos que dar la cara y sacar un poco de orgullo. Ellos recibían, necesitábamos pararlos, esta vez no había de otra. Habíamos visto lo que paso la vez pasada, si no los deteníamos volveríamos a ser apaleados. Por errores en los equipos especiales volvieron a empezar su ofensiva en la yarda 40, aproximadamente. Apretamos y logramos limitarlos a un gol de campo. Estábamos en el juego. Desafortunadamente nuestra ofensiva se volvió a ver limitada ante la defensa del CEM. Regresamos y volvimos a frenarlos, seguíamos en el juego! Nuestra ofensiva entro al terreno de juego y de nuevo se vieron los errores que han sido los protagonistas de nuestra temporada. Un fumble que dejo al CEM cerca de la zona de anotación. Esta vez no nos perdonarían. Anotarían e íbamos 10 puntos abajo en el marcador.
Nuestra ofensiva parecía que no podía caminar, la única vez que recuerdo que lo hizo en la primera mitad nos marcaron un castigo de 15 yardas y esto se sumo a una patada de despeje de unas 10-15 yardas. En la defensa estábamos cansados y lo peor es que parecía que ninguna serie ofensiva del CEM empezaba mas allá de medio campo. Al poco tiempo el CEM empezó a funcionar mejor y la verdad es que no les puedo decir en que momento entraron tantos puntos pero cuando acorde ya tenían mas de 30 puntos. Era un partido duro en el cual nuestra ofensa logro colocar 7 puntos en el marcador.
Lo peor de todo fue que la plantilla de árbitros empezó a cometer errores, bastantes errores. Hubo un momento, justo antes del medio tiempo, donde ni ellos mismos se ponían de acuerdo en que marcar, se veía confundidos y unos marcaban cosas que ni ellos sabían que hacer. Por mencionar algunos errores que me vienen a la mente puedo decirles que le marcaron un castigo a nuestro numero 93, el único problema es que ¡no existe un 93 en nuestro equipo!
También marcaron castigos y luego se arrepentían. O no marcaban cosas como un ala cerrada bloqueando pase y después se arrepentían y decían que si lo iban a marcar. Hubo un buen tiempo en el que no podíamos jugar. Lo peor llego cuando quisieron retomar el control del partido y ponerse mas estrictos. Terminaron expulsando a un entrenador y dos jugadores nuestros. De los cuales a mi parecer solo uno debió ser expulsado, el ala defensiva Fernando Ruvalcaba. Pero la expulsión de nuestro “MLB” fue completamente rigurosa y fuera de lugar. Cuando le marcaron un castigo, muy apretado, el le dijo al arbitro que no era posible que estuvieran siendo tan estrictos y que nos dejaran jugar, esa fue la razón por la que nos dejaron sin nuestro “Mike”. Sería una tontería culpar a los árbitros, además de que todo esto pasó cuando ya íbamos perdiendo. Pero definitivamente ese tipo de cosas quitan emoción y afectan al juego en general.
Al final del juego, o mas bien cerca de la mitad, los entrenadores hicieron algo que no es nada raro en nuestro equipo. Mucha gente les recrimina pero para mi es algo que no esta del todo mal. Cuando vamos ganando por una diferencia cómoda o perdiendo por una diferencia considerable, los entrenadores empiezan a dar rotación a los segundos, e incluso, a los de tercer equipo. Mucha gente cree que esto es algo negativo porque infla los, ya de por sí, indecorosos resultados. Para mi no esta mal, muchos novatos y jugadores que juegan poco entran con las ganas de dar todo y defender el Jersey que llevan puesto. Ganas que, para ese momento, han disminuido para muchos de los que estuvimos adentro del campo.
En este caso fue un resultado positivo el dar entrada a los novatos. Realmente puedo decir que fue cuando mejor se vio el equipo. En todos los rubros. Estoy bien consciente de que el CEM ya no tenia a su primer equipo pero aun así el equipo cambio su actitud. Es lo mas rescatable que vi, el cambio de actitud. Una actitud que tenia mucho sin ver en mi equipo. A pesar de volver a recibir mas de 50 puntos. Fue grato ver que mientras yo estaba furioso y triste a la vez había gente que aun luchaba como si pudiera ganar el juego. Creo que fue una lección para todos. Nos ayudo a salir con la cabeza en alto.
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