Lance Briggs alguna vez estuvo a disgusto con su contrato. Eso fue en el 2007, cuando, cansado de no recibir la extensión que él buscaba, pidió ser cambiado de equipo. Al final los Bears le dieron la extensión que él queria y todo quedó en el olvido. Hasta ahora, que otra vez llegamos al mismo punto.
"Los Bears tomaron su decisión, ahora yo tomo la mía," dijo Briggs al Chicago Tribune. "Así es cómo funcionan los negocios. Esto no va a cambiar lo que yo hago en el campo."
Y para que no quedaran dudas, añadió: "Soy 100 por ciento Bear hasta que no sea Bear."
El problema es que Lance Briggs, por contrato, tiene que ser Bear tres año más. Y ahora, justo una semana antes de empezar la temporada, dice que no quiere ser Bear. Eso no tiene sentido.
Cuando Lance Briggs recibió la designación de jugador franquicia juró que no volveria a jugar con Chicago pasado ese año. Acto seguido firmó un contrato por 6 años con los Bears, mismo que aún tiene 3 años por cubrir.
Y vamos, esto es un claro ejemplo de un jugador que quiere mucho dinero todo el tiempo. Cuando firmó con los Bears por seis años el equipo le dió la mayor parte del dinero en las primeras tres temporadas, y ahora le toca jugar otros tres años por la menor parte del dinero. Pero ojo, no le dieron todo ese dinero en los primeros 3 años por jugar esos 3 años solamente. Parte de ese dinero era un "adelanto" de lo que serían las siguientes tres temporadas. Que ahora Lance Briggs no quiera cumplir su contrato es un descaro.
Y Lovie Smith parece estar consciente de eso.
"¿Quién no quiere un nuevo contrato?" preguntó Smith al Tribune. "Todos queremos un nuevo contrato. Aún así, vas a trabajar todos los días y haces tu trabajo, y eso es lo que él está haciendo. No tengo quejas de él."
Y no debe haberlas tenido porque apenas vino la solicitud de cambio. Veremos que tal marchan las cosas ahora que Lance Briggs ya dejó saber sus intenciones de irse de Chicago.
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