El blog del jugador

Una dolorosa caída

Toda la semana estuvimos esperando el día. Al fin íbamos a inaugurar la liga ante el campus Monterrey. Los “Borregios” venían a nuestra casa y estábamos muy determinados a dar el campanazo inicial en la liga, algo que resonara y que diera un claro mensaje. La semana de entrenamiento se paso muy rápido y al fin llego el día tan esperado.

Ese día todos los jugadores estábamos ansiosos, nos reunimos desde en la mañana para poder desayunar juntos y estar más unidos como equipo. Todos en el equipo nos sentíamos bien, confiábamos en nosotros, en nuestros compañeros.

Llego el momento y había un gran ambiente en el toda la escuela, mucha gente había confirmado su asistencia al juego, iba a haber un gran espectáculo antes del partido y el juego iba a ser transmitido por televisión nacional. La situación era inmejorable, todo estaba puesto y todos en el equipo lo sabíamos.

Llego el juego, nos tocaba patear, nuestra defensa iba a empezar y todos tenemos plena confianza en nuestra defensa que tiene muchos jugadores talentosos. Nos fuimos muy sorprendidos ya que rápido nos fuimos abajo en el marcador. Monterrey había aprovechado de manera muy rápida dos errores de la defensa, dos errores muy graves. Tratamos de estar lo más tranquilos posibles pero la ofensa poco pudo hacer y terminamos recibiendo otra anotación, dos anotaciones a la defensa y una más a manos de una intercepción.

Era difícil no sentirse decepcionado, el marcador decía que nos estaban aplastando sin piedad. Es decir 28 puntos antes del medio tiempo parecía algo irreal. Nosotros no creíamos merecer ese marcador, el único problema es que los “Borregios” habían aprovechado cada uno de nuestros errores y los habían sumado al marcador, justo como un gran equipo debe de hacer. Justo antes del medio tiempo pudimos darnos el lujo de anotar. Y regresando del medio tiempo seguimos con ese momentum, anotamos y pudimos detenerlos. Después la ofensiva hizo un avance significativo y pudimos patear un gol de campo, desafortunadamente pidieron un tiempo fuera y en el segundo intento taparon la patada. Fue en ese momento cuando terminaron los últimos signos de vida que pudimos dar.

Después volvieron un par de errores que hicieron el marcador aun más escandaloso. Al final todos nos sentíamos muy decepcionados pero sabíamos que nuestra ofensiva no es una ofensiva que solo pueda meter 14 puntos y nuestra defensa definitivamente no puede ni debe recibir 45 puntos. En general quedó la sensación de que no fuimos dominados, físicamente, tan dominados pero si cometimos demasiados errores, y demasiado graves. Monterrey merecía ganar, no sé si por un marcador tan escandaloso, pero si merecía ganar ya que nos superó completamente en todas las facetas del juego: defensa, ofensa y equipos especiales. Solo nos queda trabajar duro para el próximo partido. La calificación a los playoffs sigue en juego.