Boise State he venido generando una tradición de inicio de año: enfrentar y vencer a un equipo en teoría superior a ellos. En el 2009 fue Oregon y el año pasado Virginia Tech. Ahora el rival en turno fue Georgia. Y terminó siendo lo mismo de los dos años anteriores.
Los Broncos (que lucieron un uniforme todo en blanco) volvieron a mostrar que pueden competir con rivales de las conferencias "grandes", y en especial que pueden jugar fuera del pasto azul de Boise. Ayer el partido fue en Atlanta, con 65,000 aficionados de los Bulldogs, y las cosas acabaron del lado de los Broncos.
Kellen Moore, QB de Boise State, abrió la temporada completando 28 de 34 pases para 261 yardas, 3 TDs y 1 Intercepción. Y aparte de empezar bien, Moore ayudó a que los Broncos consiguieran su primer victoria ante un equipo de la SEC, ya que entraban a este partido con marca de 0-4 contra esta conferencia.
"Crecí viendo football, tengo mucho respeto por la SEC," dijo Moore al final del partido. "Estoy consciente de todo el éxito que ellos tienen. Ví a Georgia jugar muchos juegos importantes cuando era joven. Jugar en un partido así fue muy divertido. Lo disfruté. Somos afortunados de haber salido adelante."
Y sí sirve de algo, parece que la fortuna cada vez juega menos en los triunfos de Boise.
Los Broncos han jugado en tazones del BCS 2 veces en los últimos 5 años, algo que muchos equipos "grandes" (como Notre Dame, Miami o Michigan) no pueden presumir. Y parece que poco a poco se está confirmando que este equipo está subiendo más y más en la escala de la NCAA.
Georgia es el más reciente en enterarse.
Y si Chris Petersen sigue trabajando bien con su equipo, los Bulldogs no serán los últimos.
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