El día de hoy se hará oficial el traspaso de Donovan McNabb a los Minnesota Vikings, poniendo fin a una breve (y complicada) estancia en Washington. Y obviamente ahora es el momento de evaluar exactamente qué va a pasar en cada franquicia.
Primero que nada, está el tema de los Minnesota Vikings.
Este equipo viene saliendo de la "era Favre" y evidentemente están pensando a futuro con Christian Ponder, pero las cosas no son tan sencillas. Estamos empezando los training camps y Ponder apenas está empezando a conocer a su coordinador ofensivo, necesita entender el sistema y en general asimilar la transición de la NCAA a la NFL. Esto puede tomar un año, o incluso más, sobre todo porque el lockout le quitó varios meses de aprendizaje. Esto forzó a los Vikes a ir por un "seguro de vida" para el 2011.
Ese seguro se llama Donovan McNabb.
McNabb es un veterano con menos años que Brett Favre, por lo que aún puede darle a Minnesota un par de temporadas decentes conduciendo el ataque que deberá enfatizar a Adrian Peterson. Y en Minnesota no necesitan mucho más de él: con Ponder detrás se sabe que el futuro ya llegó a los Vikings, así que el trabajo de McNabb será dirigir a este equipo durante el 2011 y servir como mentor del novato.
En ese aspecto Minnesota gana.
Luego, hablemos de los Washington Redskins.
El equipo de Mike Shanahan tenía ante sí una tremenda problemática: después de que McNabb fue mandado a la banca durante el partido contra los Lions se hizo evidente que las cosas estaban encaminadas al desastre. Lo que era considerado como un "matrimonio perfecto" entre el coach de los Redskins y el ex-QB de los Eagles terminó siendo un conflicto marital digno de las páginas de espectáculos. Así que tener a McNabb en el roster no iba a ayudar en nada.
Al cambiarlo los Redskins pueden dar un paso adelante y seguir en búsqueda del líder que los lleve a la postemporada. Dudo que sea John Beck o Kellen Clemens, pero de entrada Mike Shanahan no tendrá que preocuparse por conflictos en el locker (es bien sabido que cuando McNabb fue mandado a la banca los jugadores se dividieron entre él y Rex Grossman, generando un conflicto interno). Entonces, no hay titular evidente en D.C., pero tampoco hay amenaza de motín.
En ese caso, los Redskins también ganan.
Y bueno, está el tema de Donovan McNabb para terminar.
El veterano QB pasó por un mal trago en su estancia en Washington, así que ir a Minnesota le dará algo de tranquilidad. De entrada no creo que nadie espere mucho de él tras el lamentable año en Washington (14 TDs, 15 ints), así que las expectativas no lo van a ahogar. Encima de todo lo están viendo como un mero "jugador de transición" hacía Christian Ponder, así que tampoco hay presión por su rendimiento a largo plazo.
Personalmente creo que esta es la situación ideal para él, muy al estilo de lo que vivió Kurt Warner cuando llegó a Arizona.
Así que también gana McNabb.
Y cuando en un acuerdo todo apunta a que no hubo perdedores, no se puede decir mucho más.
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