Uno de los principales benefactores de la Universidad de Connecticut acaba de darle la espalda a la universidad, esto por las decisiones recién tomadas en el equipo de football.
¿Qué tan fuerte es esto? Nada más está pidiendo que le regresen 3 millones de dólares que había donado.
Robert Burton dice que fue completamente ignorado en el proceso de búsqueda de head coach, y por eso está pidiendo no solo su dinero de vuelta, sino que además quiere que el apellido de su familia sea retirado del complejo de football que se construyó con sus donaciones.
Sobra decir que no piensa donar nada más.
Burton mandó una carta al director atlético Jeff Hathaway el 19 de enero para decirle que no estaba a gusto con el manejo del programa y con la elección de Paul Pasqualoni como head coach. Según Burton él se había ganado el derecho a opinar sobre este tema por ser el principal donador para el programa.
La universidad dió un comunicado de prensa donde indican que aprecian el apoyo de Burton y que sí consideraron sus puntos de vista en la búsqueda del nuevo coach.
El problema será convencer al señor Burton de que sí fue tomado en cuenta, y que por eso no tienen que regresarle su donación.
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