Durante la entrada "Lo que aprendimos de la semana 16" hice un comentario sobre Brett Favre y los Minnesota Vikings, el cual les pongo otra vez aquí:
6. Cuando dijeron que las cosas iban a ser diferentes este año para Favre estaban equivocados. Otra vez es diciembre y el drama reina en la ciudad donde vive el veterano QB.
Lógicamente habrá (y hubo) comentarios donde me hagan recordar que la temporada de Brett Favre ha sido buena en Minnesota y que los Vikings van bien. Y tienen mucha razon. Los Vikings están clasificados a postemporada, ganaron el título de su división y Favre ha seguido comandando a su equipo hasta este momento. Es más, sus estadísticas son buenas: 3,886 yardas, 27 pases de anotación y 7 intercepciones. Pero necesitamos analizar las cosas un poco más detenidamente antes de decir que Favre y compañía han tenido un buen año.
Primero que nada, hay que decirlo. Este equipo arrancó el año 10-1, y todos estabamos hablando de lo sólidos que se veian los Vikings con Favre bajo centro. El equipo ofensivo era "imparable" con Adrian Peterson como corredor y Favre distribuyendo el balón entre Percy Harvin, Sidney Rice y Visante Shiancoe. La defensiva era impasable y no había manera de controlar a Jared Allen. Es más, lo único que separaba a los Vikes del Super Bowl eran los Saints.
Hasta que llegó diciembre.
El primer juego de Minnesota este mes fue ante Arizona, y todos recordamos el resultado. Los Cardinals literalmente arrollaron a los Vikings en un 30-17 que exhibió todos los defectos del equipo morado. Brett Favre lanzó dos intercepciones (había lanzado 3 en los 11 partidos previos) y todo lo que funcionaba en Minnesota dejó de hacerlo. Y ahí comenzó la debacle.
Después de ese juego le ganaron a Cincinnati y parecía que regresaban a la normalida. Pero las últimas dos semanas han dejado ver que la situación en Minnesota se está complicando, y las señales son claras.
Primero cayeron con los Panthers y lo hicieron de forma contundente. La defensiva de Carolina capturó 4 veces a Favre, le interceptaron un pase y lo dejaron sin envío de anotación por primera vez en 7 encuentros. Todo eso mientras demolian a los Vikings 26-7. Y durante ese juego se hizo público el problema de poder que hay entre Favre y Brad Childress. Porque resulta que al veterano QB la gusta cambiar mucho las jugadas, y según los reportes su primera opción es ir eliminando jugadas por tierra para convertirlas en pases.
Y no es difícil de creer. Los últimos encuentros de Minnesota hemos visto como han ido presentando números cada vez más elevados de jugadas de pase. Y ex-QBs de Minnesota como Brad Johnson y Gus Frerotte han declarado que a Coach Childress no le gusta que cambien las jugadas que el manda. Y todos sabemos que a Favre le gusta confiar en su instinto. Así que la combinación está comenzando a hacer ebullición.
Y esta semana ante Chicago se hizo evidente. Los Bears comenzaron muy bien, derrotando fácilmente a los Vikings 23-6. Favre orquestó un regreso muy bueno, empatando el juego a 23 y luego a 30. Se fueron a tiempo extra y ahí ganó Chicago. ¿El resultado? Los Vikings han perdido 3 de los últimos 4 y de ser el segundo lugar de la Conferencia ahora son el tercero con opción a ser cuartos.
¿Cómo pasó? Fácil: los Vikings están jugando cada vez menos como los Vikings de principios del 2009 y cada vez más como los Jets o Packers de hace uno o dos años. El ataque terrestre se está olvidando, Favre lanza cada vez más y los problemas se están acumulando.
En las últimas 5 semanas estos han sido los intentos de pase de Favre: 48 (vs Chicago), 45 (vs Arizona), 30 (vs Cincinnati), 27 (vs Carolina) y 40 (vs Chicago). Tres veces ha rebasado los 40 intentos de pase, y tiene 4 intercepciones y 13 capturas en ese período. En los 10 juegos previos solamente 2 veces rebasó los 40 intentos de pase: ante San Francisco (46) y contra Pittsburgh (50). En esos 10 juegos fue interceptado 3 veces y sufrió de 21 capturas. ¿Qué nos quiere decir todo esto? Fácil: que cuando Favre lanza más es más común que lo intercepten, y es más propenso a sufrir capturas. Y Favre lanza más cuando él decide eliminar los acarreos de Peterson para tener más pases.
Y todo esto está pasando en un año y un lugar donde se supone no debería pasar. Después de todo Favre quería jugar en Minnesota porque aquí el sistema era el adecuado para él. Entonces, si el sistema era el bueno, ¿por qué moverlo?.
Entonces, a la pregunta ¿Qué pasa en Minnesota? solo les puedo contestar: lo mismo que en Nueva York el año pasado y en Green Bay hace dos. Brett Favre está tratando de hacer más de lo que debería, y en su afán de ser el centro del universo se está llevando de encuentro a toda una franquicia. Y él no lo quiere reconocer. Eso es lo que pasa.
Lee más:
El regreso de Favre al Lambeau
El partido del morbo 2
Bitacoras.com: NFL Futbol Americano Minnesota Vikings Brett Favre
6. Cuando dijeron que las cosas iban a ser diferentes este año para Favre estaban equivocados. Otra vez es diciembre y el drama reina en la ciudad donde vive el veterano QB.
Lógicamente habrá (y hubo) comentarios donde me hagan recordar que la temporada de Brett Favre ha sido buena en Minnesota y que los Vikings van bien. Y tienen mucha razon. Los Vikings están clasificados a postemporada, ganaron el título de su división y Favre ha seguido comandando a su equipo hasta este momento. Es más, sus estadísticas son buenas: 3,886 yardas, 27 pases de anotación y 7 intercepciones. Pero necesitamos analizar las cosas un poco más detenidamente antes de decir que Favre y compañía han tenido un buen año.
Primero que nada, hay que decirlo. Este equipo arrancó el año 10-1, y todos estabamos hablando de lo sólidos que se veian los Vikings con Favre bajo centro. El equipo ofensivo era "imparable" con Adrian Peterson como corredor y Favre distribuyendo el balón entre Percy Harvin, Sidney Rice y Visante Shiancoe. La defensiva era impasable y no había manera de controlar a Jared Allen. Es más, lo único que separaba a los Vikes del Super Bowl eran los Saints.
Hasta que llegó diciembre.
El primer juego de Minnesota este mes fue ante Arizona, y todos recordamos el resultado. Los Cardinals literalmente arrollaron a los Vikings en un 30-17 que exhibió todos los defectos del equipo morado. Brett Favre lanzó dos intercepciones (había lanzado 3 en los 11 partidos previos) y todo lo que funcionaba en Minnesota dejó de hacerlo. Y ahí comenzó la debacle.
Después de ese juego le ganaron a Cincinnati y parecía que regresaban a la normalida. Pero las últimas dos semanas han dejado ver que la situación en Minnesota se está complicando, y las señales son claras.
Primero cayeron con los Panthers y lo hicieron de forma contundente. La defensiva de Carolina capturó 4 veces a Favre, le interceptaron un pase y lo dejaron sin envío de anotación por primera vez en 7 encuentros. Todo eso mientras demolian a los Vikings 26-7. Y durante ese juego se hizo público el problema de poder que hay entre Favre y Brad Childress. Porque resulta que al veterano QB la gusta cambiar mucho las jugadas, y según los reportes su primera opción es ir eliminando jugadas por tierra para convertirlas en pases.
Y no es difícil de creer. Los últimos encuentros de Minnesota hemos visto como han ido presentando números cada vez más elevados de jugadas de pase. Y ex-QBs de Minnesota como Brad Johnson y Gus Frerotte han declarado que a Coach Childress no le gusta que cambien las jugadas que el manda. Y todos sabemos que a Favre le gusta confiar en su instinto. Así que la combinación está comenzando a hacer ebullición.
Y esta semana ante Chicago se hizo evidente. Los Bears comenzaron muy bien, derrotando fácilmente a los Vikings 23-6. Favre orquestó un regreso muy bueno, empatando el juego a 23 y luego a 30. Se fueron a tiempo extra y ahí ganó Chicago. ¿El resultado? Los Vikings han perdido 3 de los últimos 4 y de ser el segundo lugar de la Conferencia ahora son el tercero con opción a ser cuartos.
¿Cómo pasó? Fácil: los Vikings están jugando cada vez menos como los Vikings de principios del 2009 y cada vez más como los Jets o Packers de hace uno o dos años. El ataque terrestre se está olvidando, Favre lanza cada vez más y los problemas se están acumulando.
En las últimas 5 semanas estos han sido los intentos de pase de Favre: 48 (vs Chicago), 45 (vs Arizona), 30 (vs Cincinnati), 27 (vs Carolina) y 40 (vs Chicago). Tres veces ha rebasado los 40 intentos de pase, y tiene 4 intercepciones y 13 capturas en ese período. En los 10 juegos previos solamente 2 veces rebasó los 40 intentos de pase: ante San Francisco (46) y contra Pittsburgh (50). En esos 10 juegos fue interceptado 3 veces y sufrió de 21 capturas. ¿Qué nos quiere decir todo esto? Fácil: que cuando Favre lanza más es más común que lo intercepten, y es más propenso a sufrir capturas. Y Favre lanza más cuando él decide eliminar los acarreos de Peterson para tener más pases.
Y todo esto está pasando en un año y un lugar donde se supone no debería pasar. Después de todo Favre quería jugar en Minnesota porque aquí el sistema era el adecuado para él. Entonces, si el sistema era el bueno, ¿por qué moverlo?.
Entonces, a la pregunta ¿Qué pasa en Minnesota? solo les puedo contestar: lo mismo que en Nueva York el año pasado y en Green Bay hace dos. Brett Favre está tratando de hacer más de lo que debería, y en su afán de ser el centro del universo se está llevando de encuentro a toda una franquicia. Y él no lo quiere reconocer. Eso es lo que pasa.
Lee más:
El regreso de Favre al Lambeau
El partido del morbo 2
Bitacoras.com: NFL Futbol Americano Minnesota Vikings Brett Favre
2 comentarios:
pues aunque no estuvo mal su juego y hasta remontaron a los bears, lo que importa es el resultado al final y ese no lo consiguieron... habrá que ver en la ultima semana como les va y en qué estado llegan a la postemporada.
por lo pronto ya lo eligieorn al probowl como sustituto de drew brees y como para no perder la costumbre, delante de aaron rodgers.
pero esa es harina de otro costal, ya publicaré mis descontentos en otra nota x)
Ahhh, el Pro Bowl... a veces se me olvida comentar sobre eso...
Espero tener tiempo hoy para poder hablar del "juego de estrellas"...
Saludos!
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