Las cosas cambian rápidamente en la NFL, sobre todo en tema de percepción por parte de los equipos.
Hace unos tres años Jamal Adams recibió un contrato de 4 años y 72 millones por parte de los Seahawks. Ahora, apenas unos meses después de ser dado de baja por Seattle, Adams llegó a Tennessee con un contrato radicalmente distinto.
El sitio ProFootballTalk reporta que Adams recibió un contrato de 1 año y 1.125 millones de dólares, con un bono por firmar de 167,000 dólares. Esto es el salario mínimo para un veterano de la experiencia de Adams.
Y aunque pueda sonar como algo sorpresivo en realidad no lo es. Adams ha jugado en apenas 22 partidos durante las últimas tres temporadas, con su última temporada completa viniendo en 2018, su segundo año con los Jets.
En 2022 sufrió una ruptura del cuadríceps que le hizo pasarse 20 semanas con un yeso. En ese momento Adams consideró retirarse de la NFL, pero al final decidió pelear para regresar y vio acción en nueve partidos de la temporada pasada.
Los equipos saben que en su mejor momento Jamal Adams era un gran jugador, siendo llamado al equipo All-Pro en 2019 y recibiendo tres llamados al Pro Bowl. El problema es que su estilo de juego tan físico también lo llevó a sacrificar su cuerpo, y los resultados se han vuelto evidentes.
Así que ahora le toca jugar con la intención de demostrar que aún le queda algo en el tanque. El dinero llegó en su momento, ahora solo le queda jugar porque le gusta el deporte y porque quiere probarse que aún no está terminado.
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