La lesión más famosa en Cincinnati es la que sufrió Joe Burrow en la rodilla, pero está lejos de ser la única. De hecho una de las personas encargadas de cuidar a Burrow está lidando con el mismo problema.
El centro Trey Hopkins sufrió una ruptura del ligamento anterior cruzado durante el encuentro de la semana 17 contra los Ravens. Hopkins se sometió a cirugía reconstructiva de la rodilla el 20 de enero, así que le faltan unos cinco meses para estar listo.
"Mi rodilla va bien. He tenido la bendición de que ha sido un proceso tranquilo. Se siente bien. Todo lo que se me ha pedido hacer, nada ha sido un problema." declaró Hopkins al Cincinnati Enquirer.
Hopkins, que ha hecho todo su proceso de rehabilitación en las instalaciones de los Bengals, espera estar listo para el inicio de la temporada, aunque no lo diga abiertamente.
"Trato de verlo como un trabajo. Lo único que sé hacer es trabajar. Simplemente es más trabajo. Voy y hago lo que me piden. Corro y empujo tan fuerte como puedo. Hasta ahora en mi carrera eso ha funcionado y es lo que espero me ayude a superar esto."
Hopkins ha estado con los Bengals desde 2014 que llegó como agente libre novato, siendo el centro titular desde 2019.
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