En Abril, cuando la pandemia de COVID-19 apenas estaba en su etapa inicial, se llegó a manejar la posibilidad de que la NCAA jugara su temporada 2020 entre Febrero y Mayo de 2021, en lo que era una propuesta que se manejaba como una mera opción, sobre todo porque en aquel momento se pensaba que para Mayo ya habría mayor claridad.
Ahora que estamos comenzando Julio y que varias universidades cuentan sus casos positivos en las decenas, esta misma propuesta está comenzando a verse más realista, al menos para el Pac-12.
Larry Scott, comisionado del Pac-12, dice que sigue confiando en que la temporada se podrá jugar de forma normal, pero el incremento en casos positivos podría hacer imposible jugar en el otoño.
"Era cautelosamente optimista... pero en las últimas semanas la perspectiva ha cambiado porque el reinicio de la economía y la disminución de restricciones ha generado más casos. Quiero seguir siendo cautelosamente optimista, pero si no hay cambios en la respuesta y comportamiento de la sociedad, que ayudaría a reducir la curva rápidamente y disminuir el virus, eso podría llevar a una visión más pesimista sobre la apertura de los campus y la habilidad de jugar deportes colegiales."
Scott dijo que está hablando de forma regular con los comisionados del Big Ten, SEC, Big 12 y ACC (es decir, los otros integrantes del Power Five), y que el plan de estas cinco conferencias es tener un plan unificado.
Ese plan unificado podría involucrar jugar la temporada hasta la primavera de 2021, que algunas universidades decidan no participar y que los juegos se limiten a partidos dentro de la conferencia. Así que por ahora todas las opciones siguen vigentes, pero mover el kickoff de la temporada cada vez luce como una opción altamente viable para la NCAA.
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