Ante la pandemia de COVID-19 es casi un hecho que no habrá muchos lugares disponibles en los estadios de NFL (si hay lugares), por lo que la demanda se está incrementando.
Los Patriots, por ejemplo, anunciaron que solamente tendrán el 20 de la capacidad del Gillette Stadium (si se les permite tener aficionados), por lo que ahora tenemos un perfecto ejemplo de la ley de la oferta y la demanda.
Al existir menos lugares disponibles para (potencialmente) entrar a cada partido, la demanda está incrementando, y con esto se están elevando cada vez más los precios.
De acuerdo con el sitio NBC Sports Boston, los boletos disponibles en el mercado secundario han caído en un 97 por ciento, y como consecuencia los precios se han elevado unos 170 dólares en promedio.
Todo esto viene relacionado con los reportes de que la zona de New England está manejando la pandemia de manera bastante adecuada, por lo que es altamente probable que el equipo reciba el permiso para tener aficionados en el estadio. Así que existe una alta posibilidad de que sí haya gente, y que ellos paguen bastante por entrar.
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