Los cambios que la NFL tiene programados para las próximas temporadas regulares podrían provocar que New Orleans dejara de ser sede del Super Bowl LVIII.
Un reporte del Sports Business Daily indica que la temporada de 17 juegos que se acaba de aprobar, mezclado con las fechas de Pascua y del Miércoles de Ceniza, que conllevan la realización de Mardi Grass, podrían provocar que la NFL no realice el Super Bowl LVIII en New Orleans.
Eso sí, la ciudad no perdería enteramente el ser sede de un Super Bowl.
El problema es que, de acuerdo con el reporte, Mardi Grass comenzaría dos días después del Super Bowl LVIII, esto porque la extensión de la temporada regular alargaría una semana más la postemporada y como consecuencia el Super Bowl sería una semana después de lo originalmente pensado.
La solución que la liga está contemplando es dar la sede del Super Bowl LVIII a otra ciudad (Las Vegas suena como la opción más probable) y retribuir a New Orleans con la realización del Super Bowl LIX.
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