Los Chargers jugaron su último partido como locales la semana pasada, y con eso se cierra su estancia en el Dignity Health Sports Park. Y fue una estancia bastante peculiar.
Los fans de los Raiders fueron amplia mayoría en el encuentro de la semana anterior, algo que vivieron los Chargers en todos sus juegos como "locales" en Los Angeles en las últimas tres temporadas. De hecho no sorprende que en un ambiente donde básicamente eran el equipo visitante terminaran con marca de 11-11.
Philip Rivers, QB del equipo, dijo que era "desalentador" jugar en ese estadio porque él recuerda "lo que solía ser en los juegos como local".
El guardia Michael Schofield dijo que al ser un inmueble pequeño es una buena experiencia para los fans, pero que él está listo para jugar en su nuevo estadio.
"Único es la mejor manera de describirlo. My madre y el resto de mi familia siempre iban a los partidos, y desde el punto de vista de un fan fue excelente porque realmente no hay asientos malos en el estadio. Pero estoy emocionado por el nuevo estadio y por poder jugar en un verdadero estadio de NFL. Dicen que si lo construyes la gente irá. Con suerte será cierto con este estadio de 5 billones de dólares." dijo Schofield a ESPN.
El sentimiento actual es que los Chargers no han generado suficiente tracción para llenar un estadio de 60,000 personas, pero como dice Schofield, será interesante ver qué pasa una vez que estén ubicados en un estadio completamente nuevo.
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