Los Cardinals tomaron la decisión de mandar a Sam Bradford a la banca después de tres partidos, y después de eso lo han colocado como el tercer QB, situación que le está costando dinero.
Al ser colocado como tercer QB Bradford repercute en su salario ya que pierde un bono de 312,500 dólares por no estar activo. Y el día de ayer al hablar con los reporteros por primera vez desde que le quitaron la titularidad declaró que el asunto ha sido complicado.
"Es un reto. Pero debes dejar tu orgullo de lado. Mi rol ha cambiado. Todavía tengo un trabajo que hacer, sigo siendo parte de este equipo, y estoy haciendo todo lo que puedo para ayudar a este equipo. Se trata de entender cómo puedo hacerlo desde mi nuevo rol." dijo Bradford.
Y perder casi cuatro millones de dólares en bonos no es nada agradable, pero Bradford tiene programado ganar otros 16 millones por su salario, así que tampoco puede quejarse mucho, y menos cuando en sus tres partidos como titular completó 50 de 80 pases para 400 yardas con 2 TDs y 4 intercepciones en lo que fueron tres derrotas.
Precisamente por eso no cuestiona la decisión de Steve Wilks de mandarlo a la banca.
"Creo que es bastante obvio por qué lo hizo. Obviamente quisiera haber jugado mejor, eso es seguro. Desearía poder haber ayudado a este equipo a tener un mejor inicio."
Y por ese mal inicio es que ahora le toca ver el partido desde la banca y sin posibilidades de ingresar al campo.
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