Cuando llegó el sábado de juegos de campeonato en la NCAA se hablaba de Florida State, Auburn y Ohio State. Lo que pocos pensaron es que Michigan State terminara siendo el equipo que determinara el juego por el campeonato nacional.
Los Spartans vencieron a Ohio State 34-24 en el juego por el campeonato del Big Ten, rompiendo la racha de 24 victorias de los Buckeyes y dándole a Urban Meyer su primer derrota como coach de OSU.
La victoria significa que Michigan State jugará el Rose Bowl por primera vez en 26 años, y lo harán ante Stanford en lo que será la edición 100 del histórico tazón.
Y los Spartans provocaron que las cosas en el panorama nacional se movieran. Antes del partido se especulaba que una victoria de los Buckeyes le daría a Ohio State el boleto a la final nacional contra Florida State, que ganó su conferencia y mantuvo el invicto. Auburn, que venció a Missouri en la final de la SEC, necesitaba una derrota de OSU o una decisión muy interesante de los votantes para aspirar al boleto.
Como los Buckeyes perdieron se colocan con marca de 12-1 y parece que no muchos están dispuestos a darles un voto por encima de los Tigers. Entonces esa victoria de MSU terminó mandando a Auburn a la final nacional y a Ohio State a otro tazón el BCS, muy probablemente el Orange Bowl.
El destino de Ohio State se conocerá hoy por la tarde cuando se anuncien los tazones del BCS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario