El Chick-fil-A Bowl, el último tazón del año promete ser uno emocionante. De hecho los coaches de ambos equipos saben que enfrentan un reto interesante, y los dos han reconocido tener respeto por su rival de hoy.
El duelo de hoy es un clásico enfrentamiento de fuerza ofensiva contra poder defensivo. (14)Clemson, que cuenta con un poderoso ataque comandado por Tajh Boyd, enfrentará a la potente defensiva de (9)LSU en el Georgia Dome.
Ambos Tigers llegaron a esta temporada con la idea de terminar jugando en enero como campeones de sus respectivas conferencias, pero no sucedió. LSU (10-2) perdió con Alabama para quedar fuera de la contienda en la SEC mientras que Clemson (10-2) cayó ante Florida State, lo que los dejó fuera de la pelea por el título de la ACC.
La ofensiva de Clemson ha conseguido al menos 37 puntos en 10 partidos este año, y eso será algo interesante de ver ante una defensiva de LSU que aceptó más de 22 puntos una sola vez en el año.
Los Tigers de Clemson (tenemos que especificar, los dos on Tigers) impusieron marcas de la universidad este año al anotar 508 puntos y sumar 6,220 yardas, quedando entre los mejores del FBS en puntos anotados (42.3 por partido), ofensiva total (518.3 yardas por juego) y yardas por pase (319.6). Sobra decir que el ataque gira en torno a Boyd, el jugador ofensivo del año en la ACC.
Boy lanzó para 3,550 yardas y 34 TDs, empatando la marca de conferencia que impuso Philip Rivers en 2003. Por tierra Boyd sumó 492 yardas y 9 TDs (líder del equipo).
Además de Boyd Clemson cuenta con Andre Ellington, segundo lugar de la ACC con 1,031 yardas. DeAndre Hopkins tiene 1,214 yardas por recepción y 16 TDs.
Boyd y sus Tigers serán un excelente reto para la defensiva de LSU.
La defensiva de LSU está entre las mejores de la NCAA en puntos permitidos (16.9), yardas totales aceptadas (297.8) y yardas por tierra permitidas (103.1). Esta unidad además ha interceptado 18 pases, 2 de ellos por el safety Eric Reid. El LB Kevin Minter tiene 111 tackleadas y 13.5 de ellas fueron para pérdida de yardas.
Del otro lado de la moneda las cosas son muy distintas, y eso hará el duelo todavía más parejo.
La ofensiva de LSU está lejos de ser buena. Zach Mettenberger tiene el peor porcentaje de pases completos de la SEC (58.7) y apenas sumó 11 TDs por 6 intercepciones. Solamente 2 de sus TDs fueron lanzados como visitante.
Jeremy Hill, que emergió de la banca para ser el líder corredor del equipo, promedia 93.3 yardas por juego y tiene 8 TDs en los últimos 6 partidos. Eso suena bien ante una defensiva de Clemson que aceptó más de 27 puntos la mitad de sus encuentros.
Una de las ausencias más llamativas es la del punter Brad Wing, que fue suspendido por LSU por violar reglas del programa. Wing ya anunció que dejará la universidad para irse a la NFL.
Clemson estará tratando de conseguir 11 victorias por primera vez desde 1981, año en que ganaron el campeonato nacional al terminar 12-0. LSU tratará de seguir invicto en el Chick-fil-A bowl, donde tienen marca de 5-0.
Estos dos equipos se han enfrentado 2 veces en la historia, ambas en tazones. LSU venció a Clemson 10-7 en la edición de 1996 de este tazón, que en aquella época era conocido como el Peach Bowl. LSU venció a Clemson en el Sugar Bowl de 1959 por marcador de 7-0 en el otro duelo.
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