El partido entre (12)Georgia y (3)Florida se esperaba cerrado, y en ese aspecto los dos equipos cumplieron. El problema es que ninguno de los dos pudo dar una verdadera demostración de football.
Eso sí, a Georgia no le va a importar mucho el "cómo", ya que a pesar de los errores y la poca eficacia ofensiva los Bulldogs se llevaron el triunfo por 17-9 sobre los Gators, que tuvieron todavía más errores que sus rivales.
Al final del encuentro las estadísticas indican lo feo del encuentro: 24 castigos combinados para 237 yardas; 8 de 27 en tercer down entre ambos equipos; 9 entregas de balón (6 de Florida) y apenas 2.6 yardas por acarreo.
Y cuando uno analice la temporada 2012 de los Gators podrá decir que una de esas entregas fue la que dejó a Florida fuera de la carrera por el campeonato del BCS.
Faltando 2:05 en el partido y con diferencia de 8 puntos, Jeff Driskel conectó un pase de 13 yardas para el TE Jordan Reed, y justo antes de entrar a la zona de anotación perdió el balón con el defensivo de Georgia Jarvis Jones. El ovoide cayó en la zona de anotación donde fue recuperado por un jugador de los Bulldogs para el touchback.
El triunfo deja a Georgia con la ventaja en la SEC East. De hecho lo único que queda entre ellos y la final de la conferencia son juegos ante Ole Miss y Auburn. Eso si podemos considerar a esos dos juegos como algo parecido a un obstáculo.
Obviamente la posibilidad de una sorpresa está ahí, y eso es justo lo que Florida va a necesitar ahora. Ellos deben vencer a Missouri la próxima semana y esperar a que los Bulldogs caigan.
Ese es el problema de perder un juego que deberías haber ganado.
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