Una de las señales inequívocas de una franquicia disfuncional es que lo que dicen y lo que hacen no cuadra. Y los Cowboys acaban de dar un ejemplo de eso.
Aunque se han ganado fama de ser un equipo que alarga demasiado las negociaciones de extensiones de contrato con sus jugadores, Stephen Jones dice que no son un equipo que alarga las negociaciones.
"No alargamos las negociaciones. Hacemos los acuerdos cuando hay una oportunidad de hacerlos. Ciertamente, nadie sabe qué pasa de forma interna con los agentes. A veces los jugadores y los agentes no están listos para jalar el gatillo hasta que ven cómo se juegan otras cartas." dijo Jones a 105.3 The Fan en Dallas.
Sobra decir que hay bastante evidencia de que los Cowboys alargan las cosas de forma innecesria. Con Dak Prescott dejaron que jugara su último año de contrato de novato y luego jugó una temporada con la designación de jugador franquicia antes de lograr cerrar el contrato. Luego pasó con Ezekiel Elliott, lo que terminó con un holdout en el training camp, mismo caso con CeeDee Lamb el año pasado.
Luego vino el caso de Dak Prescott en septiembre pasado, cuando las cosas llegaron al límite y terminaron extendiéndolo por 60 millones anuales cuando podrían haber cerrado algo por menos dinero un poco antes.
Y bueno, ahora mismo están alargando las cosas con Micah Parsons. Vamos, si lo hubieran extendido el año pasado el valor de su posición en el mercado era de 34 millones anuales. Ahora, por haber esperado una temporada (donde la pagaron 3 millones) tienen que enfrentar un valor de mercado de 41 millones anuales.
Entonces una cosa es decir que no alargas la negociación de contratos y otra muy distinta el no alargar las negociaciones. Los Cowboys simplemente lo hacen de manera sistemática, y no importa lo que digan, es evidente que ese se ha vuelto su modus operandi.
Así que mientras otros equipos arreglan las extensiones rápido (como los Eagles), los Cowboys esperan más de la cuenta y luego salen a decir que no lo hacen para sentirse mejor con ellos mismos.
"No alargamos las negociaciones. Hacemos los acuerdos cuando hay una oportunidad de hacerlos. Ciertamente, nadie sabe qué pasa de forma interna con los agentes. A veces los jugadores y los agentes no están listos para jalar el gatillo hasta que ven cómo se juegan otras cartas." dijo Jones a 105.3 The Fan en Dallas.
Sobra decir que hay bastante evidencia de que los Cowboys alargan las cosas de forma innecesria. Con Dak Prescott dejaron que jugara su último año de contrato de novato y luego jugó una temporada con la designación de jugador franquicia antes de lograr cerrar el contrato. Luego pasó con Ezekiel Elliott, lo que terminó con un holdout en el training camp, mismo caso con CeeDee Lamb el año pasado.
Luego vino el caso de Dak Prescott en septiembre pasado, cuando las cosas llegaron al límite y terminaron extendiéndolo por 60 millones anuales cuando podrían haber cerrado algo por menos dinero un poco antes.
Y bueno, ahora mismo están alargando las cosas con Micah Parsons. Vamos, si lo hubieran extendido el año pasado el valor de su posición en el mercado era de 34 millones anuales. Ahora, por haber esperado una temporada (donde la pagaron 3 millones) tienen que enfrentar un valor de mercado de 41 millones anuales.
Entonces una cosa es decir que no alargas la negociación de contratos y otra muy distinta el no alargar las negociaciones. Los Cowboys simplemente lo hacen de manera sistemática, y no importa lo que digan, es evidente que ese se ha vuelto su modus operandi.
Así que mientras otros equipos arreglan las extensiones rápido (como los Eagles), los Cowboys esperan más de la cuenta y luego salen a decir que no lo hacen para sentirse mejor con ellos mismos.
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