Desde el jueves comenzaron los rumores de que Chris Petersen iba a dejar a Boise State para tomar el puesto de head coach en otra universidad. El día viernes se confirmó la información, y se hizo oficial que la universidad que se llevaba a Petersen era Washington, que acaba de perder a Steve Sarkisian con USC. La partida de Petersen, antes que nada, marca el final de una era para el football colegial.
Chris Petersen tomó a los Broncos en el 2006, apenas 10 años después de su ascenso a la División I-A (ahora conocida como FBS). Bajo el mando de Petersen Boise State pasó de ser una universidad "pequeña" a una potencia dentro del panorama nacional, lo que se puede ver en que tuvieron al menos 10 victorias en cada temporada del 2006 al 2012, incluyendo dos temporadas invictos (2006 y 2008).
En su etapa como head coach Petersen acumuló una marca de 92-12 con los Broncos, marcan el mejor porcentaje de victorias en la historia de la universidad (0.885) y logró llevar a su equipo a dos apariciones en tazones del BCS (Washington, por su parte, solamente tiene 1 aparición en tazones del BCS en los 16 años de historia del formato).
Y eso es precisamente lo que hizo importante a Petersen: logró dirigir a un equipo poco conocido (hasta ese momento) a los escenarios más grandes del football colegial. Y la historia de los "equipos chicos" en el BCS cambió con el triunfo de los Broncos ante Oklahoma en el Fiesta Bowl del 2007, ya que quedó demostrado que cualquiera de esos equipos de conferencias "no-BCS" podían vencer a las grandes potencias.
Ahora que Petersen deja a Boise State los Broncos son un equipo sumemente reconocible, con una historia detrás de ellos e incluso con una fama detrás. Cierto, este año se fueron con marca de 8-4, pero nadie puede negar que los Broncos han sido parte de la cultura popular de la NCAA en la última década.
Y eso se lo deben a Chris Petersen, que ahora probará suerte con los Huskies.
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