Oregon State empezó el año ganando seis de sus primeros siete partidos, pero luego se metieron en una racha de cinco derrotas. Esa racha terminó ayer cuando vencieron a Boise State en el Hawaii Bowl.
Una de las claves para el triunfo de los Beavers fue que la defensiva no solo contuvo a la ofensiva de los Broncos, sino que además puso puntos en el marcador. Rashaad Reynolds regresó dos fumbles para TD, ayudando a la victoria de 38-24 de Oregon State.
Para Mike Riley, coach de Oregon State, lo más importante fue detener la racha perdedora ante de ir al siguiente año.
"Han trabajado duro, no han perdido el enfoque a pesar de que han existido motivos, no dejaron que las cosas se quedaran con ellos. Me encanta cómo respondieron todo el año."
Ofensivamente los Beavers también hicieron su parte. Sean Mannion lanzó para 259 yardas y 1 TD, llegando a 4,662 yardas en la temporada, marca de temporada en el Pac-12. Brandin Cooks solamente tuvo 60 yardas en el encuentro, pero eso fue suficiente para extender su marca del Pac-12 a 128 recepciones en el año y además le permitió romper la marca de Marqise Lee al llegar a 1,730 yardas en la campaña.
Boise State se fue atrás muy rápido en el partido, con el primer TD de Reynolds llegando a los 12 minutos de iniciado el partido en un fumble del QB Grant Hendricks. En el segundo cuarto vino el segundo regreso de Reynolds, regresando un fumble 70 yardas hasta las diagonales.
Para el medio tiempo el partido estaba decidido con un marcador de 31-6, y para cuando Boise State pudo empezar a anotar estaban demasiado atrás.
Matt Miller fue el MVP del encuentro con 11 recepciones para 206 yardas y 1 TD, aunque la mayor parte de la producción vino con el encuentro decidido. Miller impuso marca de la universidad con 88 recepciones en la temporada.
Grant Hedrick, que jugó en lugar del suspendido Joe Southwick, tuvo 382 yardas y 1 TD. Esa fue una de las decisiones más importantes que tomó Bob Gregory, coach interino de Boise State.
No hay comentarios:
Publicar un comentario