La NFL es una liga donde, en muchas ocasiones, las apariencias engañan. Cuando uno veía a los Minnesota Vikings del 2012 la opinión general era que el equipo podía ganar con cualquier QB, siempre y cuando Adrian Peterson estuviera en el campo. Hoy quedó demostrado que Joe Webb no es cualquier QB.
Christian Ponder, el QB titular de los Vikings, no pudo participar en el juego de comodines por una bursitis en el codo, algo que al parecer los Vikes conocían y decidieron no reportar de manera adecuada. Entonces hoy el equipo anunció que Ponder estaba inactivo y que Joe Webb sería el QB titular.
En ese momento el juego técnicamente terminó.
Webb tuvo una primera mitad fatal, completando 3 de 12 pases para 22 yardas. Eso fue todo lo que produjo. Y obviamente la defensiva de los Packers se dedicó a detener a Peterson, que no tuvo las mismas oportunidades. Al medio tiempo Green Bay ganaba 17-3 y daba la impresión de que esos 14 puntos iban a ser una cerca infranqueable para Webb y Minnesota.
Lo fue. Los Packers ganaron 24-10.
Si bien mejoró en la segunda mitad, poco pudo hacer Joe Webb. Al final terminó con 11 completos de 30 envíos para 180 yardas, 1 TD, 1 intercepción y 1 fumble. Su mayor aportación fue por tierra, sumando 68 yardas en 7 acarreos, pero la defensiva de los Packers pudo mantenera a raya la ofensiva de los Vikes. Adrian Peterson se fue con 99 yardas en el encuentro, aproximadamente la mitad de lo que obtuvo en los dos partidos previos contra Green Bay (210 y 199 yardas).
Obviamente las cosas fueron fáciles para la ofensiva de Green Bay, que no tuvo prisa por sacar puntos.
Aaron Rodgers completó 23 de 33 pases para 274 yardas y 1 TD, DuJuan Harris tuvo 47 yardas terrestres y 53 por recepción más una anotación y en general no hubo contratiempos para este equipo.
Así que ahora los Packers tienen que hacer maletas, porque su juego divisional será contra los 49ers en San Francisco. El ganador del juego de mañana entre Redskins y Seahawks irá a Atlanta.
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