
Estamos en la recta final de los tazones colegiales, y a unos días de que se lleve a cabo la final nacional toca el turno del Cotton Bowl, un juego que definitivamente llama la atención de los aficionados.
Por un lado está el hecho de que los equipos que juegan este partido son de tradición. Por el otro está el ganador del Trofeo Heisman. Y aunque no es un juego del BCS tiene a dos equipos rankeados dentro del Top 15.
Texas A&M (10-2) y Oklahoma (10-2) jugarán en el Cowboys Stadium la noche de hoy, aunque ambos sienten que merecian haber sido invitados a un juego del BCS.
La invitación de Oklahoma se quedó en la mesa cuando Northern Illinois, campeón de la Mid-American Conference, subió al lugar 15 en los rankings del BCS, lo que les valió recibir la invitación. Los Aggies se quedaron fuera porque 4 equipos de la SEC (Alabama, Florida, Georgia y LSU) quedaron arriba de ellos en los rankings. Alabama y Florida recibieron las invitaciones, dejando a Texas A&M fuera del BCS.
Este duelo es interesante sin importar dónde se juegue. Y la expectativa de ver a "Johnny Football" es siempre alta, sobre todo después de que se volvió el primer freshman en ganar el Heisman.
Johnny Manziel rompió la marca de la SEC (que tenía Cam Newton) al sumar 4,600 yardas totales, y de hecho sus números incluyen una actuación destacada contra los campeones de la conferencia y finalistas nacionales. Manziel completó 24 de 31 pases para 253 yardas y 2 TDs más otras 92 yardas en la victoria de los Aggies 29-24 sobre Alabama.
En total Manziel lanzó para 3,419 yardas y 24 TDs, que junto a sus 1,181 yardas y 19 TDs lo convirtieron en el primer jugador de la SEC (quinto en la historia) que lanza para 3,000 yardas y corre para 1,000 en una temporada.
El rival de "Johnny Football" no es sencillo. Los Sooners, dirigidos por el QB Landry Jones, solamente tienen dos derrotas en la temporada y fue ante equipos de peso completo. Los Sooners perdieron con Kansas State, campeón del Big 12, y con Notre Dame, el otro finalista nacional.
Si bien Landry Jones no tiene los números de Manziel, tuvo un buen año. Jones completó el 65.5% de sus pases para 3,989 yardas y 29 TDs, incluyendo un juego de 554 yardas contra West Virginia y otro de 500 contra Oklahoma State.
En su carrera Jones ha lanzado para 16,368 yardas (tercera mayor cantidad en la NCAA) y tiene 122 TDs en sus 51 juegos con Oklahoma. Es además el líder de los Sooners en yardas por pase, pases de TD, victorias (39), pases intentados (2,135) y completados (1,353). También es el único QB en lanzar para 3,000 yardas y 26 TDs en cuatro temporadas.
Así que podemos esperar un juego de muchos puntos. Texas A&M promedia 552.3 yardas y 44.8 puntos por juego, números que le valieron al coordinador ofensivo Kliff Kingsbury recibir el puesto de head coach en Texas Tech.
Oklahoma promedia 505.9 yardas y 40.3 puntos, así que no hay mucha diferencia. Las defensivas también son parecidas, ya que los Sooners permiten 378.8 yardas y 24.2 puntos por encuentro, mientras que los Aggies aceptan 389.3 yardas y 22.5 puntos.
Oklahoma tiene larga historia en tazones, y su marca hasta ahora es 27-17-1. De ganar hoy empatarán la marca de la universidad de 4 victorias en tazón seguidas. En su única aparición previa en el Cotton Bowl vencieron a Arkansas (2001). Los Aggies están en el Cotton Bowl por vez 13 y tienen marca de 14-19 en tazones.
Siendo dos antiguos rivales del Big 12, tienen una buena cantidad de duelos previos. Esta será la trigésima ocasión que se enfrenten, y la ventaja la lleva Oklahoma, que ha ganado 19 de los 29 partidos previos, incluyendo 8 de los últimos 9. La última vez que los Aggies ganaron fue en 2010.
Kevin Sumlin, coach de los Aggies, fue asistente de Bob Stoops en Oklahoma del 2003 al 2007, de dónde salió para ser head coach de la universidad de Houston.
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