San Diego State llegó al Poinsettia Bowl con una racha de 7 victorias, la segunda racha más larga en activo. Anoche llegó a su final, y fue de manera fea.
Gracias a un muy buen trabajo defensivo BYU cobró vida en el último cuarto y vinieron de atrás para ganar el Poinsettia Bowl 23-6. Y sí, fue un juego feo, con muchas entregas de balón (8), despejes (15) y pocos puntos (9) en los primeros tres cuartos.
De hecho la mayor parte de la acción sucedió en el cuarto final.
Con el partido 6-3 en favor de SDSU y la ofensiva de BYU completamente desaparecida, Kyle Van Noy capturó al QB ADam Dingwell en la zona de anotación de los Aztecs, forzando un fumble que el mismo Van Noy recuperó para el TD que ponía las cosas 10-6 con 12:37 en el reloj. En la siguiente jugada de San Diego State después de eso, Van Noy forzó otro fumble de Dingwell, que ahora fue recuperado por Jordan Johnson.
En la jugada que vino después Jamaal Williams anotó en acarreo de 14 yardas para poner las cosas 16-6 (se falló el punto extra). Y el reloj marcaba 12:20.
Para culminar una actuación memorable, Van Noy interceptó a Dingwell seis minutos después, regresando la intercepción 17 yardas para anotar por segunda vez en el encuentro. El punto extra fue buen esta vez y los Cougars ya ganaban 23-6.
Al final Van Noy terminó con 9 tackleadas, 1.5 sacks, 1 fumble forzado, 1 fumble recuperado, 1 intercepción, 1 punt bloqueado y 2 TDs. Sobra decir que fue el MVP del encuentro (vamos, literalmente hizo todo).
La derrota evitó que San Diego State alcanzara los 10 triunfos en una temporada, algo que no logran desde 1977. Y de paso fue una despedida triste del MWC, ya que los Aztecas jugarán en el Big East en el 2013.
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