Si Roger Goodell quiere seguir con la idea de que sus árbitros de reemplazo están haciendo un "gran trabajo", sólo tiene que escuchar las declaraciones de Cortland Finnegan para darse cuenta que tal vez no todo es cómo él piensa.
Finnegan fue blanco de controversia en la semana 2, cuando empujó a Josh Morgan de los Redskins y el receptor regresó el empujón aventándole el ovoide. Los árbitros castigaron a Morgan, y eso eventualmente evitó que los Redskins tuvieran una oportunidad real de empatar el encuentro.
Como el castigo solamente fue para Morgan, es obvio que Finnegan considere que los actuales oficiales están haciendo un gran trabajo.
"Ellos te dejan jugar football," le dijo al St. Louis Post-Dispatch. "Te dejan jugar football, y eso es algo que uno disfruta."
Y de hecho para el CB de los Rams lo mejor de estos nuevos oficiales es que han servido como un contrapeso para los cambios al reglamento establecidos en la era de Roger Goodell.
"Admiro a los jugadores de la vieja escuela, los Jack Tatums, los Mean Joe Greenes. Esos tipos jugaban football... eso era football. Ha sido rebajado desde entonces, con el comisionado y las reglas."
No se ustedes, pero creo que esto deberia ayudar a la causa de los árbitros que están en lockout. Cortland Finnegan ha proclamado que quiere ser el jugador más sucio de la NFL, y a él le parece que los árbitros de reemplazo están haciendo un gran trabajo "dejándolo jugar". Eso debería llamar la atención de Roger Goodell, el comisionado que ha tratado de incrementar la seguridad en el juego.
Y el mismo que se ha negado a llegar a un acuerdo con los oficiales regulares. Los mismos que "no dejan jugar" a Cortlan Finnegan.
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