En el Super Bowl XLII los receptores que lucieron por los Giants fueron David Tyree y Plaxico Burress. En la edición XLVI Eli Manning tuvo otros nombres, y los resultados fueron los mismos.
Durante el juego los Patriots decidieron enfocarse en cuidar a Victor Cruz, el mejor receptor de los Giants en la temporada. Y aunque lograron contenerlo en 25 yardas la realidad es que New York tuvo una buena producción de sus otros dos receptores.
Hakeem Nicks tuvo 10 recepciones y 109 yardas, con 7 de sus atrapadas generando primeras oportunidades. Y en general hizo ver mal a la defensiva secundaria de los Patriots, que no tuvo muchas jugadas positivas contra él.
Mario Manningham, por su lado, tuvo 5 recepciones para 73 yardas, incluida la jugada del partido: la recepción de 38 yardas que abrió la última serie ofensiva del partido para los Giants, misma que eventualmente terminó en la anotación de Ahmad Bradshaw para el 21-17.
Esto se traduce en buenas noticias para Eli Manning y los Giants. En estos momentos ya tienen un grupo de receptores lo suficientemente bueno para seguir peleando por los playoffs y tal vez otro título.
Pero antes de eso necesitan recontratar a Manningham, que se vuelve agente libre en marzo.
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