No es nada del otro mundo que un equipo despida a su entrenador. Vamos, es hasta cierto punto normal. Lo que hace diferente al despido de Rob Ianello es la situación que lo rodeo.
La universidad de Akron anunció mediante un comunicado de prensa que Ianello no volverá como coach de los Zips la próxima temporada, esto después de dos temporadas y una marca de 2-22.
"La mañana de hoy le informé al coach Ianello que ha sido liberado de sus responsabilidades, efectivo de forma inmediata," anunció Tom Wistrcill, director atlético, vía comunicado de prensa. "En algunas áreas el programa ha hecho un progreso considerable bajo su mando. Desafortunadamente, los resultados dentro del campo quedaron lejos de nuestras expectativas. Después de un profundo análisis, he determinado que nuestro programa necesita moverse en una nueva dirección."
Hasta ahí nada raro.
El problema es que, según Pete Thamel del New York Times, Ianello recibió la llamda de parte de Wistrcill mientras iba al funeral de su madre.
Otra vez: despidieron a Ianello mientras iba al funeral de su madre. Eso es literalmente "echarle sal a la herida".
Y bueno, solo queda decir que Akron es la sexta universidad que hace el cambio de entrenador en el año. Las otras son Tulane, New Mexico, Arizona, Ole Miss y Penn State.
No sé, pero esta debe ser la más dolorosa de las seis.
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