Ese es el título de un artículo que saldrá publicado en la revista de ESPN, y la imagen que usamos para encabezar esta nota es la que ESPN está usando en su sitio para promover este artículo que saldrá en la edición del 5 de septiembre. Y aunque hay puntos interesantes en el artículo, la realidad es que esto es más una estrategia publicitaria que otra cosa.
Primero que nada, el artículo tiene algo positivo: hace ver que el escándalo de Michael Vick por las peleas de perros (que lo mandó a prisión) no tiene nada que ver con la raza de Vick.
"Tras su arresto por las peleas de perros, mucha gente preguntó: ¿Un jugador blanco habría recibido casi dos años de prisión por lo que Vick hizo con los perros?" escribe Touré, el autor del artículo. "La pregunta me da escalofríos. Es tán sencillo, ingenuo, límitado y equivocado que no tiene sentido. La blancura viene con ventajas, pero no es una carta de salida de cualquier problema. Matar perros es un crimen horrible que disgusta y asusta a muchos americanos. Estoy seguro que el privilegio de ser blanco no hubiera rescatado a una estrella de la NFL atrapada por matar perros."
Y hasta ahí estamos de acuerdo. Ese es, al final de todo, el punto importante del artículo. Lo demás, honestamente, es un ejercicio sin mucho sentido (o necesidad).
Primero que nada, el artículo tiene algo positivo: hace ver que el escándalo de Michael Vick por las peleas de perros (que lo mandó a prisión) no tiene nada que ver con la raza de Vick.
"Tras su arresto por las peleas de perros, mucha gente preguntó: ¿Un jugador blanco habría recibido casi dos años de prisión por lo que Vick hizo con los perros?" escribe Touré, el autor del artículo. "La pregunta me da escalofríos. Es tán sencillo, ingenuo, límitado y equivocado que no tiene sentido. La blancura viene con ventajas, pero no es una carta de salida de cualquier problema. Matar perros es un crimen horrible que disgusta y asusta a muchos americanos. Estoy seguro que el privilegio de ser blanco no hubiera rescatado a una estrella de la NFL atrapada por matar perros."
Y hasta ahí estamos de acuerdo. Ese es, al final de todo, el punto importante del artículo. Lo demás, honestamente, es un ejercicio sin mucho sentido (o necesidad).
Decir "Michael Vick sería diferente si fuera blanco" es una oración tan obvia que no tiene mérito discutirlo. Cualquier aspecto de la vida de Michael Vick que hubiera sido distinto lo hubiera cambiado. Si hubiera nacido en un lugar distinto, si tuviera uno año más o uno menos, si hubiera ido a una universidad diferente, si lo hubiera seleccionado otro equipo en la NFL... todo eso lo hubiera cambiado. Entonces irse por la opción más fácil, que es la raza, es perder el tiempo.
Y es algo que la dará mucha promoción a la próxima edición de ESPN The Magazine.
Vamos, aquí podríamos sacar una columna donde trataramos el tema: ¿Y si Tom Brady fuera negro?" y llegariamos a las mismas conclusiones que Touré. Y estariamos perdiendo el tiempo exactamente igual que él.
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