El día de ayer el mundo del football colegial se sacudió al darse a conocer la noticia de que Jim Tressel renunciaba a su puesto como head coach de los Ohio State Buckeyes. Y la verdad no era para menos. Uno de los coaches más exitosos en la historia de esta universidad tenía que dejar su cargo por problemas ajenos a los resultados. Pero a la vez es lo mejor que podía hacer. Me explico.
Como seguramente habrán leído aquí a principios de año, los Buckeyes se vieron envueltos en un escándalo de violaciones al reglamento de conducta de los jugadores. En esencia lo que pasó fue esto: 5 elementos de los Buckeyes (4 de ellos titulares) vendieron distintos objetos personales a una tienda de tatuajes a cambio de descuentos o tatuajes gratis. Incluso se comentó que Terrelle Pryor, QB titular y uno de los involucrados, había recibido automóviles prestados a cambio de memorabilia.
Todo esto le costó a los 5 elementos una suspensión de cinco encuentros, mismos que comenzarán a pagar esta temporada. Pero poco después de salir este escándalo a la luz, se produjo otro: Tressel sabía.
Resulta que una investigación independiente a la del caso de "los 5" encontró que el coach de los Buckeyes estaba enterado de que sus jugadores intercambiaban memorabilia por beneficios, y que él había optado por no reportarlo. Esto le valió 2 juegos de suspensión, pero Tressel pidió que se le extendiera el castigo y así fue. Terminaron siendo 5 encuentros.
El problema fue que no estaban terminados.
Durante la conferencia de prensa donde la universidad reconoció el error de su coach Tressel declaró que no había comunicado esta situación por una "cuestión de privacidad" con sus jugadores. De momento nadie lo creyó y se consideró que era una respuesta muy ilógica, pero no pasó nada más. Hasta hace unos días.
Otra investigación encontró que Tressel mintió durante la conferencia de prensa, ya que tras enterarse del "problema" de sus jugadores comentó el asunto con varias personas ajenas a la universidad, demostrando que su "cuestión de privacidad" era una mentira. Y obviamente en este punto no había mucho que hacer.
Jim Tressel presentó ayer su renuncia como coach de los Buckeyes, y obviamente habrá una enorme repercusión por todo esto. Pero eso será otro tema.
De momento solo queda lamentar que una buena carrera se vea truncada por pésimas decisiones personales.
Bitacoras.com: NCAA Futbol Americano Ohio State
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