Seguramente ya habrán escuchado o leído sobre la muerte de Dave Duerson el jueves pasado. Pues bien, la policía de Miami ya tiene un dictamen: el ex-jugador de Bears, Giants y Cardinals murió por una herida de bala en el pecho que él mismo se provocó.
El médico forense del Condado de Miami determinó que la muerte de Duerson fue un suicidio, y además se informó que el cerebro del ex-jugador fue donado al estudio de problemas generados por la práctica del football.
Antes de morir Duerson le pidió a su familia vía mensaje de texto que su cerebro fuera donado para investigación, y se dice que pidió que revisaran de manera específica "el lado izquierdo".
Chris Nowinski, co-director del Centro para el Estudio de Encefalopatías Traumáticas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, indicó que ya se hicieron los arreglos para que el cerebro de Duerson llegara al centro, y que durante los próximos seis meses se harán los estudios necesarios para determinar si hay presencia de encefalopatías traumáticas, una enfermedad degenerativa del cerebro que está asociada con los traumas constantes en el cerebro, incluidas las conmociones.
Nowinskin explicó que los jugadores de NFL "tienen alto riesgo de padecer CTE", y que 13 de los 14 cerebros de ex-jugadores que han sido analizados tenían la enfermedad.
Veremos que dicen los estudios en unos meses. Pero definitivamente es signo importante que el mismo Duerson haya pedido que se analizara su cerebro, y que haya pedido que se revisara un área en específico.
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