El día de ayer los San Diego Chargers anunciaron que le extendían el contrato a Antonio Gates. Nada novedoso ahí.
Vamos, estamos hablando de uno de los alas cerrados más importantes de la NFL, y que los Chargers lo quieran en el equipo por más tiempo es entendible. Es más, el contrato de 5 años y 36.175 millones de dólares (20.4 de ellos garantizados) ni siquiera luce tan espectacular. Cuando decimos que va a cobrar un promedio de 7.235 millones por año del 2011 al 2015 ya se ve mejor, pero tampoco es para dar gritos de sorpresa o algo así.
La firma de Gates además vino un día antes de que los veteranos se tuvieran que reportar al training camp de los Chargers, con lo que se aseguró la feliz presencia del All-Pro.
"He sido bendecido al estar toda mi carrera con un equipo," dijo Gates vía comunicado de prensa vía el equipo. "Siempre es bueno sacar esto del camino. La meta es ganar un campeonato. Todos somos humanos y eso se vuelve una distracción aunque no lo quieras. Siempre es excelente seguir adelante y hacer lo que necesitas y dejar lo demás fuera."
Muy bien, hasta aquí no hay ningún problema. La cuestión es el "mensaje" detrás de esto.
Hasta el día de hoy se sabe que hay 3 jugadores de los Chargers que han expresado su deseo por un contrato a largo plazo, y ninguno de ellos ha recibido respuesta. Esos tres elementos son Marcus McNeill, Vincent Jackson y Shawne Merriman.
McNeill y Jackson han llegado al punto de considerar no presentarse al training camp y no jugar las primeras 10 semanas de la temporada regular. Merriman no ha indicado cuando piensa reportarse. Y ninguno de los tres ha recibido la más mínima señal de que la gerencia del equipo vaya a renegociar con ellos. En pocas palabras, solamente han escuchado silencio.
Y ese es el mensaje.
A.J. Smith, gerente general de los Chargers, siempre se ha caracterizado por ser muy duro en las negociaciones, llegando al extremo de "desechar" a muchos veteranos sin mayores contemplaciones. En el caso de Jackson, McNeill se manifestó de manera precisa:
"No sé si nuestros chicos o sus agentes creen que A.J. se va a doblar, pero mi historia les debería decir algo," dijo. "No les voy a decir nada a ninguno de los dos; no tengo nada que discutir."
Así que ahora que los Chargers anuncian que Antonio Gates recibe una extensión de contrato el mensaje debería ser más que claro para Jackson y McNeill: "ni lo intenten, si quisieramos, ya hubieramos negociado algo con ustedes."
Más claro es imposible.
Lee más:
Los Chargers tampoco quieren a T.O.
San Diego no quiere que V-Jax se vaya...
Bitacoras.com: NFL Futbol Americano San Diego Chargers
Vamos, estamos hablando de uno de los alas cerrados más importantes de la NFL, y que los Chargers lo quieran en el equipo por más tiempo es entendible. Es más, el contrato de 5 años y 36.175 millones de dólares (20.4 de ellos garantizados) ni siquiera luce tan espectacular. Cuando decimos que va a cobrar un promedio de 7.235 millones por año del 2011 al 2015 ya se ve mejor, pero tampoco es para dar gritos de sorpresa o algo así.
La firma de Gates además vino un día antes de que los veteranos se tuvieran que reportar al training camp de los Chargers, con lo que se aseguró la feliz presencia del All-Pro.
"He sido bendecido al estar toda mi carrera con un equipo," dijo Gates vía comunicado de prensa vía el equipo. "Siempre es bueno sacar esto del camino. La meta es ganar un campeonato. Todos somos humanos y eso se vuelve una distracción aunque no lo quieras. Siempre es excelente seguir adelante y hacer lo que necesitas y dejar lo demás fuera."
Muy bien, hasta aquí no hay ningún problema. La cuestión es el "mensaje" detrás de esto.
Hasta el día de hoy se sabe que hay 3 jugadores de los Chargers que han expresado su deseo por un contrato a largo plazo, y ninguno de ellos ha recibido respuesta. Esos tres elementos son Marcus McNeill, Vincent Jackson y Shawne Merriman.
McNeill y Jackson han llegado al punto de considerar no presentarse al training camp y no jugar las primeras 10 semanas de la temporada regular. Merriman no ha indicado cuando piensa reportarse. Y ninguno de los tres ha recibido la más mínima señal de que la gerencia del equipo vaya a renegociar con ellos. En pocas palabras, solamente han escuchado silencio.
Y ese es el mensaje.
A.J. Smith, gerente general de los Chargers, siempre se ha caracterizado por ser muy duro en las negociaciones, llegando al extremo de "desechar" a muchos veteranos sin mayores contemplaciones. En el caso de Jackson, McNeill se manifestó de manera precisa:
"No sé si nuestros chicos o sus agentes creen que A.J. se va a doblar, pero mi historia les debería decir algo," dijo. "No les voy a decir nada a ninguno de los dos; no tengo nada que discutir."
Así que ahora que los Chargers anuncian que Antonio Gates recibe una extensión de contrato el mensaje debería ser más que claro para Jackson y McNeill: "ni lo intenten, si quisieramos, ya hubieramos negociado algo con ustedes."
Más claro es imposible.
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