Llegó el momento de decidir quién será el campeón nacional, y tanto (1) Alabama como (2) Texas se reportan listos para el reto.
Ambos llegan con marca invicta a este juego que estará lleno de jugadores de alto nivel, entre ellos Mark Ingram, ganador del Trofeo Heisman y Coly McCoy, finalista para este mismo trofeo.
Para los Longhorns (13-0) este juego representa buscar su segundo campeonato en 5 años. Curiosamente la última vez que lo ganaron fue precisamente en el Coliseo de los Angeles, lugar donde se llevará a cabo el encuentro de hoy. En esa ocasión Vince Young llevó a Texas a un triunfo poco probable ante el USC de Matt Leinart y Reggie Bush.
Si en aquel año los Longhorns tuvieron un reto difícil, ahora no será muy distinto contra Alabama (13-0), equipo que viene de ganar la final de la SEC ante el ex-campeón Florida. En aquel juego los pupilos de Nick Saban dominaron a unos Gators que eran favoritos para llegar al campeonato.
Y el primer objetivo de los Longhorns debe ser detener a Mark Ingram. Ingram, el primer jugador de Alabama en ganar el Heisman, tuvo 1,542 yardas y 15 TDs en la temporada. Y si algo lo ha distinguido durante la temporada es su habilidad para jugar de forma destacada en los partidos importantes. En la final de la SEC tuvo 113 yardas por tierra y 3 TDs, y fue la clave para tener a Tim Tebow y compañía en la banca. Y el Crimson Tide está esperando que Ingram los ayude a ganar un campeonato que no logran desde 1992.
Parte del interés de Alabama en usar a Ingram para controlar el balón no es únicamente por anotar puntos con él. Es porque mientras la ofensiva del Tide esté dentro eso tendrá a Colt McCoy afuera del campo.
McCoy, que estará jugando su último partido como parte de la universidad de Texas, regresó a concluir su elegibilidad colegial con la intención de llevar a los Longhorns al título nacional. Y aunque no tuvo el éxito esperado, sus números no son nada malos. McCoy completó el 70.5 % de sus envíos para 3,512 yardas y 27 TDs en lo que terminó siendo el ataque número 14 de la NCAA con 279.7 yardas por aire.
El objetivo principal de McCoy es sin lugar a dudas Jordan Shipley, que tuvo 106 atrapadas para 1,363 yardas y 11 TDs. Si los defensivos de Alabama logran evitar que Shipley quede solo, entonces McCoy tendrá que buscar a Malcolm Williams, James Kirkendoll y Dan Butler, receptores que tuvieron al menos 445 yardas durante el año.
El problema para Texas es que su ataque terrestre es casi inexistente. Tre' Newton, líder corredor del equipo, tuvo 513 yardas, seguido de McCoy con 348. Así que es bastante seguro decir que a los Longhorns les interesa establecer su ataque aéreo por encima de todo.
Para Alabama el reto será interesante, pero tienen los elementos para encararlo. Rolando McClain es el líder de esta unidad defensiva que es la mejor de la NCAA en puntos permitidos (11.0 por encuentro) y segunda en yardas aceptadas (241.8). McClain, ganador del premio Butkus, tuvo 101 tackleadas en el año (12.5 para pérdida de yardaje) con 4 capturas y 2 intercepciones.
Pero McClain no es el único elemento de cuidado en la defensiva de Alabama. La defensiva secundaria del Tide cuenta con Javier Arenas (12 tackleadas para pérdida, 5 capturas) y Mark Barron (7 intercepciones). Y la línea frontal tampoco padece, pues Marcell Dareus tuvo 6.5 de las 31 capturas de QB que logró este equipo.
Para Alabama el reto será a la ofensiva. Greg McElroy, QB del Tide, tiene que estar preparado para sobresalir si Ingram es detenido. Esto no es un escenario completamente ilógico si consideramos que Texas permite apenas 62.9 yardas por encuentro (la mejor cifra de toda la NCAA) y aceptan 251.8 yardas por partido (tercer mejor cifra de la NCAA). McElroy es básicamente un QB "eficiente", consiguiendo 2,450 yardas y 17 TDs (4 intercepciones) en un ataque que es muy orientado por tierra. Y es esa eficiencia la que necesita demostrar, pues la defensiva de los Longohorns tuvo 24 intercepciones (líderes de la NCAA).
La mayor parte de esas intercepciones vinieron cortesía de los safeties Earl Thomas (8) y Blake Gideon (5). Y el principal motivo para tantos intercambios de balón es que los QBs contrarios no están tranquilos con la presión que ejercen los frontales de Texas, encabezados por Sam Acho (9 capturas de QB) y Lamarr Houston (siete). En total los Longhorns tuvieron 41 capturas sobre los QBs contrarios.
Ahora, la mayor pregunta de la final es en torno a Texas. Este equipo, la última vez que lo vimos, no lucía como un contendiente al título. Recordemos que la defensiva de Nebraska los puso en serios aprietos durante la final del Big 12 en lo que terminó siendo un agónico triunfo por marcador de 13-12.
En las cuestiones históricas, les comento que Alabama ha jugado en 57 tazones (récord de la NCAA) y está empatado con USC en la cantidad de triunfos (31). Texas es segundo en la lista de apariciones (49). Este será el noveno enfrentamiento entre ambas universidades en una serie que ha sido dominada por Texas con 7 triunfos y 1 empate en los 8 duelos previos. Aunque la última vez que se enfrentaron fue en 1982.
Nuestro pronóstico es un triunfo de Alabama por marcador de 27-21.
Bitacoras.com: NCAA Futbol Americano Tazones Colegiales BCS
Ambos llegan con marca invicta a este juego que estará lleno de jugadores de alto nivel, entre ellos Mark Ingram, ganador del Trofeo Heisman y Coly McCoy, finalista para este mismo trofeo.
Para los Longhorns (13-0) este juego representa buscar su segundo campeonato en 5 años. Curiosamente la última vez que lo ganaron fue precisamente en el Coliseo de los Angeles, lugar donde se llevará a cabo el encuentro de hoy. En esa ocasión Vince Young llevó a Texas a un triunfo poco probable ante el USC de Matt Leinart y Reggie Bush.
Si en aquel año los Longhorns tuvieron un reto difícil, ahora no será muy distinto contra Alabama (13-0), equipo que viene de ganar la final de la SEC ante el ex-campeón Florida. En aquel juego los pupilos de Nick Saban dominaron a unos Gators que eran favoritos para llegar al campeonato.
Y el primer objetivo de los Longhorns debe ser detener a Mark Ingram. Ingram, el primer jugador de Alabama en ganar el Heisman, tuvo 1,542 yardas y 15 TDs en la temporada. Y si algo lo ha distinguido durante la temporada es su habilidad para jugar de forma destacada en los partidos importantes. En la final de la SEC tuvo 113 yardas por tierra y 3 TDs, y fue la clave para tener a Tim Tebow y compañía en la banca. Y el Crimson Tide está esperando que Ingram los ayude a ganar un campeonato que no logran desde 1992.
Parte del interés de Alabama en usar a Ingram para controlar el balón no es únicamente por anotar puntos con él. Es porque mientras la ofensiva del Tide esté dentro eso tendrá a Colt McCoy afuera del campo.
McCoy, que estará jugando su último partido como parte de la universidad de Texas, regresó a concluir su elegibilidad colegial con la intención de llevar a los Longhorns al título nacional. Y aunque no tuvo el éxito esperado, sus números no son nada malos. McCoy completó el 70.5 % de sus envíos para 3,512 yardas y 27 TDs en lo que terminó siendo el ataque número 14 de la NCAA con 279.7 yardas por aire.
El objetivo principal de McCoy es sin lugar a dudas Jordan Shipley, que tuvo 106 atrapadas para 1,363 yardas y 11 TDs. Si los defensivos de Alabama logran evitar que Shipley quede solo, entonces McCoy tendrá que buscar a Malcolm Williams, James Kirkendoll y Dan Butler, receptores que tuvieron al menos 445 yardas durante el año.
El problema para Texas es que su ataque terrestre es casi inexistente. Tre' Newton, líder corredor del equipo, tuvo 513 yardas, seguido de McCoy con 348. Así que es bastante seguro decir que a los Longhorns les interesa establecer su ataque aéreo por encima de todo.
Para Alabama el reto será interesante, pero tienen los elementos para encararlo. Rolando McClain es el líder de esta unidad defensiva que es la mejor de la NCAA en puntos permitidos (11.0 por encuentro) y segunda en yardas aceptadas (241.8). McClain, ganador del premio Butkus, tuvo 101 tackleadas en el año (12.5 para pérdida de yardaje) con 4 capturas y 2 intercepciones.
Pero McClain no es el único elemento de cuidado en la defensiva de Alabama. La defensiva secundaria del Tide cuenta con Javier Arenas (12 tackleadas para pérdida, 5 capturas) y Mark Barron (7 intercepciones). Y la línea frontal tampoco padece, pues Marcell Dareus tuvo 6.5 de las 31 capturas de QB que logró este equipo.
Para Alabama el reto será a la ofensiva. Greg McElroy, QB del Tide, tiene que estar preparado para sobresalir si Ingram es detenido. Esto no es un escenario completamente ilógico si consideramos que Texas permite apenas 62.9 yardas por encuentro (la mejor cifra de toda la NCAA) y aceptan 251.8 yardas por partido (tercer mejor cifra de la NCAA). McElroy es básicamente un QB "eficiente", consiguiendo 2,450 yardas y 17 TDs (4 intercepciones) en un ataque que es muy orientado por tierra. Y es esa eficiencia la que necesita demostrar, pues la defensiva de los Longohorns tuvo 24 intercepciones (líderes de la NCAA).
La mayor parte de esas intercepciones vinieron cortesía de los safeties Earl Thomas (8) y Blake Gideon (5). Y el principal motivo para tantos intercambios de balón es que los QBs contrarios no están tranquilos con la presión que ejercen los frontales de Texas, encabezados por Sam Acho (9 capturas de QB) y Lamarr Houston (siete). En total los Longhorns tuvieron 41 capturas sobre los QBs contrarios.
Ahora, la mayor pregunta de la final es en torno a Texas. Este equipo, la última vez que lo vimos, no lucía como un contendiente al título. Recordemos que la defensiva de Nebraska los puso en serios aprietos durante la final del Big 12 en lo que terminó siendo un agónico triunfo por marcador de 13-12.
En las cuestiones históricas, les comento que Alabama ha jugado en 57 tazones (récord de la NCAA) y está empatado con USC en la cantidad de triunfos (31). Texas es segundo en la lista de apariciones (49). Este será el noveno enfrentamiento entre ambas universidades en una serie que ha sido dominada por Texas con 7 triunfos y 1 empate en los 8 duelos previos. Aunque la última vez que se enfrentaron fue en 1982.
Nuestro pronóstico es un triunfo de Alabama por marcador de 27-21.
Bitacoras.com: NCAA Futbol Americano Tazones Colegiales BCS
5 comentarios:
Quien iba a pensar que Texas iba a perder a McCoy en el 1er cuarto? Después de eso un partido diferente, teniendo que utilizar un QB de primer año como Gilbert, quien si bien cometió varios errores lanzó a Shipley para 2 TD dejando a los Longhorns a 3 puntos con menos de 3 minutos por jugar.
Después de eso Ingram se dedicó a demostrar la clase de jugador que es y sentenciar el partido para Alabama.
1era vez que comento
Saludos desde ARG
Encontramos otro argento en F. Escopeta. Bienvenido Tota.
Off Topic:
¿Se enteraron que Chris Johnson desafió a Usain Bolt?
http://www.canchallena.com/1219761-un-jugador-de-futbol-americano-desafia-a-usain-bolt
aun sin McCoy la verdad es que mostraron mucho espiritu para el final del partido.
ese pase de pala interceptado con 9 segundos para terminar la primera mitad realmente sifnificó mucho.
lo de chris johnson... pues... es muy talentoso, pero usain bolt está fuera de este mundo, sus excentricidades no son divertidas en verdad. prefiero mil veces ver festejar a chad ochocinco.
Tota:
Gracias por dejar comentario, ojalá no sea el único. Lo de McCoy sí afectó el juego, pero creo que por encima de eso Alabama fue mejor equipo que Texas ayer.
Santiago:
Le de CJ es en serio... él jura que le puede ganar a Bolt, aunque en la carrera de las 40 yardas... parece que no se anima a la de 100 metros (que es un poco más de las 100 yardas)
Saludos a los dos!
Gerardo:
Cuando estaba contestando los comentarios anteriores no estaba el tuyo, jejejeje
De acuerdo contigo, a Texas las cosas le salieron mal en muchos aspectos, y esa jugada que mencionas ciertamente les costó mucho.
Saludos!
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