Muchas veces no creemos que tantas cosas puedan pasar en una sola jugada. Después de todo, es sólo una jugada de las muchas que hay en cada partido. Pero a veces lo único que hace falta es una sola acción para darle un vuelco a una temporada entera.
Y que mejor ejemplo que el que tuvimos este fin de semana con Sam Bradford y los Oklahoma Sooners. El equipo ubicado en el número 3 de los rankings sufrió un golpe casi letal cuando Bradford salió lastimado casi al final del segundo cuarto del partido contra BYU.
La lesión en el hombro de Bradford fue decisiva en el encuentro: los Sooners no pudieron encontrar el ritmo sin su QB titular y terminaron perdiendo el juego por marcador de 14-13. Esa derrota no solo pone a los Sooners 0-1, sino que los va a mandar a la parte baja del Top 10. Y todos los que seguimos el football colegial de EU sabemos que una derrota es extremadamente complicada de superar, pues se entra al espinoso tema de las apreciaciones, sobre todo cuando se tiene que evaluar cuál de los equipos con una derrota es el mejor.
O peor aún. Si consideramos que con una derrota todavía es posible acceder a la final (y se da seguido), estamos diciendo que a partir de ahora los Sooners no pueden volver a perder, pues la segunda derrota si seria el tiro de gracia para los pupilos del Coach Stoops. Y la lesión de Bradford lo tendrá fuera cuando menos dos semanas más, pudiendo ser incluso cuatro. ¿Podrán los Sooners sobrevivir todas esas semanas sin perder? No lo creo.
Y las cosas no quedan ahí. Los Sooners no solo perdieron su oportunidad por el título nacional. Sam Bradford perdió su oportunidad de competir por un segundo trofeo Heisman, que por cierto ganó el año anterior. ¿Y ya mencionamos que este es el último año de Bradford antes de irse a la NFL? Estas semanas podrían ser la diferencia entre ser la primera selección global del draft o simplemente quedar en el Top 5, o peor aún, el Top 10. Y todos sabemos que eso significan millones.
Asi que con todo esto en mente, les vuelvo a preguntar: ¿cuánto se puede perder en una jugada?
Lee más:
Campus en Domingo
El Heisman es para...
Bitacoras.com: NCAA Futbol Americano Oklahoma Sooners Sam Bradford
Y que mejor ejemplo que el que tuvimos este fin de semana con Sam Bradford y los Oklahoma Sooners. El equipo ubicado en el número 3 de los rankings sufrió un golpe casi letal cuando Bradford salió lastimado casi al final del segundo cuarto del partido contra BYU.
La lesión en el hombro de Bradford fue decisiva en el encuentro: los Sooners no pudieron encontrar el ritmo sin su QB titular y terminaron perdiendo el juego por marcador de 14-13. Esa derrota no solo pone a los Sooners 0-1, sino que los va a mandar a la parte baja del Top 10. Y todos los que seguimos el football colegial de EU sabemos que una derrota es extremadamente complicada de superar, pues se entra al espinoso tema de las apreciaciones, sobre todo cuando se tiene que evaluar cuál de los equipos con una derrota es el mejor.
O peor aún. Si consideramos que con una derrota todavía es posible acceder a la final (y se da seguido), estamos diciendo que a partir de ahora los Sooners no pueden volver a perder, pues la segunda derrota si seria el tiro de gracia para los pupilos del Coach Stoops. Y la lesión de Bradford lo tendrá fuera cuando menos dos semanas más, pudiendo ser incluso cuatro. ¿Podrán los Sooners sobrevivir todas esas semanas sin perder? No lo creo.
Y las cosas no quedan ahí. Los Sooners no solo perdieron su oportunidad por el título nacional. Sam Bradford perdió su oportunidad de competir por un segundo trofeo Heisman, que por cierto ganó el año anterior. ¿Y ya mencionamos que este es el último año de Bradford antes de irse a la NFL? Estas semanas podrían ser la diferencia entre ser la primera selección global del draft o simplemente quedar en el Top 5, o peor aún, el Top 10. Y todos sabemos que eso significan millones.
Asi que con todo esto en mente, les vuelvo a preguntar: ¿cuánto se puede perder en una jugada?
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