Matt Leinart llegó a la NFL como un QB ganador del Heisman en USC, lo que le valió ser un pick de Top 10. El problema es que a partir de ahí las cosas fueron en picada. Y dice que su último juego fue probablemente el peor de todos los momentos que vivió como profesional.
Leinart jugó con los Cardinals de 2006 a 2009, los Texans en 2010 y 2011 y los Raiders en 2012. En 2013 los Bills lo firmaron durante la pretemporada, colocándolo en el último partido, para luego darlo de baja. En total estuvo cinco días en Buffalo.
En su podcast Throwbacks, Leinart contó que esa experiencia en Buffalo fue particularmente complicada para él.
"Mi último juego en Buffalo, el juego 4 de pretemporada, lancé tres intercepciones en la primera mitad. Me quedé parado en la lateral como si hubiera muerto alguien de mi familia. Me dejé el casco puesto para que nadie pudiera ver mi cara. Estaba avergonzado. No lloré, estaba avergonzado de que ese fuera a ser mi última vez en un campo de football. Simplemente lo sabía." dijo.
Leinart explicó que a pesar de estar solamente cinco días en Buffalo, pudo apreciar lo apasionados que son los fans de los Bills y lo mal que se sintió por no poder darles nada para festejar.
"La parte triste es que estaban muy emocionados de que estuviera ahí, eran de, '¡Sí, revive tu carrera aquí!' y yo me quedaba como, 'Chicos, ellos solamente necesitan un brazo'. Pude ver de primera mano a Buffalo, la Bills Mafia, lo geniales que son sus fans. Me trataron genial los primeros días. Después de eso fue, 'Amo Buffalo'."
Tristemente para Matt Leinart sus recuerdos de su estancia en Buffalo son breves y tristes.
En su podcast Throwbacks, Leinart contó que esa experiencia en Buffalo fue particularmente complicada para él.
"Mi último juego en Buffalo, el juego 4 de pretemporada, lancé tres intercepciones en la primera mitad. Me quedé parado en la lateral como si hubiera muerto alguien de mi familia. Me dejé el casco puesto para que nadie pudiera ver mi cara. Estaba avergonzado. No lloré, estaba avergonzado de que ese fuera a ser mi última vez en un campo de football. Simplemente lo sabía." dijo.
Leinart explicó que a pesar de estar solamente cinco días en Buffalo, pudo apreciar lo apasionados que son los fans de los Bills y lo mal que se sintió por no poder darles nada para festejar.
"La parte triste es que estaban muy emocionados de que estuviera ahí, eran de, '¡Sí, revive tu carrera aquí!' y yo me quedaba como, 'Chicos, ellos solamente necesitan un brazo'. Pude ver de primera mano a Buffalo, la Bills Mafia, lo geniales que son sus fans. Me trataron genial los primeros días. Después de eso fue, 'Amo Buffalo'."
Tristemente para Matt Leinart sus recuerdos de su estancia en Buffalo son breves y tristes.
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